PELIGRO: Nueva Era, Gnósticos y esotéricos

Libro: Jan Van Helsing - Las Sociedades Secretas y su poder en el Siglo XX

Autores: Osho, Pablo Coelho

Documental: Peter Joseph - Zeitgeist

domingo, 6 de septiembre de 2015

Javier Paredes - Protestantismo, Castidad y Matrimonio


Contra la castidad





Tenía razón la abuela de aquel amigo mío:
-Ya no hay fronteras, lo que hay son taquillas para sacar billetes de avión.
Y en efecto con una buena oferta, si sacas el billete con tiempo te puedes plantar a miles de kilómetros por poco dinero, y si a esto unimos que se ha desencadenado una batalla entre Universidades para ver quien firma mas acuerdos internacionales entre centros docentes, están nuestras aulas a veces que parecen una sesión de la ONU. Y en estas estaba yo cuando apareció en mi despacho un estudiante más blanco que la leche o que era la leche de blanco, según se quiera. Había firmado mi Universidad de Alcalá un acuerdo con la Universidad de Tampere de Finlandia y desde tan lejanas tierras se había descolgado mi alumno finlandés, para colgarse de mi cuello literalmente, porque como no era un Erasmus y no venía a hacer ninguna asignatura reglada sino un trabajo de investigación, me había elegido de director y eran tan continuas sus consultas, que no exagero si digo que de aquel trabajo tengo yo más parte en el mérito o en el demérito que el nominado estudiante finlandés.

Y de tan continuo trato llegamos a establecer una cierta amistad, tanto que un día me soltó a bocajarro lo siguiente:
- Profesor, nosotros en Finlandia somos casi todos protestantes, pero eso para nosotros ha dejado de ser una religión para convertirse en un elemento cultural. En definitiva, que casi todos los finlandeses somos protestantes, como aquí en España son ustedes casi todos toreros.
Y después de reírle la gracia, me quedé a la espera de la pregunta, porque como ya le conocía, sabía cómo era su modo de proceder. Y así fue, tras la gracia el interrogatorio. Me pidió permiso para hacerme una pregunta y se lo di, sin sospechar que me iba a poner en un compromiso.
-  Profesor ¿A que no sabe qué es lo que más envidiamos los protestantes de los católicos?
Y como yo no quería responder, empecé a divagar hasta que se dio cuenta de que no estaba a dispuesto a contestar y lo hizo él:
- Pues lo que más admiramos los protestantes de los católicos es el matrimonio indisoluble. Mire, mi padre ya se ha casado cuatro veces y con la señora que convive ahora, ella va por el tercer matrimonio.
Y a continuación, me explicó que su caso en Finlandia estaba muy generalizado, y que en el grupo de sus amigos y conocidos no había ninguno que no tuviera padres divorciados. Después se le puso la cara muy seria porque le salió a flote el dolor intenso de tantos años, al relatarme todo eso que está detrás de los divorcios y que todos sabemos, pero de lo que nadie habla, a pesar de que el divorcio es la causa del mayor sufrimiento moral de nuestra sociedad.


Ya hace mucho tiempo que el matrimonio cristiano sufre un ataque frontal desde los ámbitos civiles, pero lo que no podíamos sospechar es que a este ataque si iban a sumar elementos de la Iglesia, con motivo de la celebración del tan traído y llevado sínodo, que no sé qué frutos dará al final, pero sustos ya nos va dando unos cuantos.

Por eso hay que echar mano de la Historia para entender lo que pasa. No, no está en juego solo el Sacramento de la Eucaristía, que ya es poner mucho en juego, sino que lo que algunos pretenden es socavar los cimientos de la familia cristiana, esa institución vital que la doctrina define como la Iglesia Doméstica, sin la cual es imposible el progreso de la Iglesia Católica. Y al igual que Lutero empezó atacando a la Eucaristía y a la castidad, que es el sustrato de todas las virtudes, ahora algunos pretenden hacer lo mismo. Y que coincidencia que todos estos elementos de la Iglesia Católica son también grandes admiradores de Lutero.

Pues dejemos hablar al admirado Lutero, para lo que voy a transcribir unos párrafos del conocido libro de Jacques Maritain, titulado Tres reformadores, en el que expone el concepto y la actitud ante la castidad, que tuvieron Lutero y sus primeros seguidores:
«Es sabido que los sacerdotes y religiosos reformados se dedicaron, a veces formando verdaderas bandas a arrancar a las religiosas de sus claustros para hacerlas sus “esposas”. Una vez realizada la evasión del convento llegaban a hacer cosas inauditas: ejercían una especie de comercio de religiosas profanadas y las ponían literalmente en venta. ‘Nueve nos han llegado –escribía un sacerdote apóstata a otro- son bellas, graciosas y todas nobles; no hay ninguna de cincuenta años. A ti querido hermano, te he destinado la mayor para mujer legítima; pero si quieres otra más joven, podrás elegir entre la más bellas’ (Denifle-Paquier, I, 27-28)».
Y Lutero no tuvo inconveniente blasfemar a la vez que atacaba la castidad. No es una opinión gratuita. Esto es lo que pasó, sigo citando a Maritain:
«Después de un rapto de religiosas que tuvo lugar la noche del Sabado santo de 1523, Lutero llamó al burgués Koppe, organizador de esta proeza, “bienaventurado ladrón, y le escribió: Lo mismo que Cristo, habéis sacado a esas pobres almas de la prisión de la tiranía humana; lo habéis hecho en una fecha providencialmente indicada, en este momento de Pascua en que Cristo ha destruido la prisión de los suyos»
Y como consecuencia del análisis de estos textos, Maritain concluye:
«Es curioso señalar que el resultado de esta guerra contra la virginidad cristiana fue un innoble desprecio hacía la mujer: ‘La obra y la palabra de Dios nos dicen claramente que las mujeres deben servir o la matrimonio o a la prostitución».
Y tras elegir este cita del Sermón sobre el matrimonio de Lutero, Maritain añade: ‘¡Y sólo cito lo que puede transcribirse’.

Poco a poco –escribe Denifle-, Lutero pensó, habló y escribió bajo la influencia de una delectación lujuriosa; de ahí salieron esos escritos contra la castidad a los cuales solo cabe hallar parangón y aun difícilmente entre los más depravados escritores. Desde este punto de vista es harto característica la sacrílega mezcolanza de impudicia y evangelismo, de la cual parece ser el inventor».
Así es que a lo mejor además de la abuela de mi amigo, también va tener razón aquel otro que dijo que el que no sabe historia, está condenado a repetirla.

Javier Paredes
Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá.

Max Silva Abbott - «Cosas humanas» y «animales persona»

«Cosas humanas» y «animales persona»

A diferencia de otras épocas, hoy existen corrientes que pretenden no solo excluir a ciertos seres humanos de la calidad de persona, sino además, incluir a seres no humanos dentro de dicho carácter.
03/09/15 10:31 AM
Max Silva Abbott 
 Max Silva Abbott
Profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad Católica de la Ssma. Concepción de Chile.
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La reflexión sobre el hombre y su dignidad ha avanzado como todo conocimiento humano a lo largo de la historia, aunque actualmente se estén dando retrocesos y situaciones paradójicas a su respecto.
Dicho de manera muy simple, el reconocimiento de la calidad de ser humano de quienes no pertenecían al grupo fue un proceso lento que duró varios siglos; y además, lo anterior no significó de inmediato su consideración como personas, puesto que esto último se demoró más tiempo aún.

De este modo, la noción de ser humano solía ser más amplia que la de persona, pues esta última incluía a algunos de ellos solamente; algo así como dos círculos, uno de los cuales –el que representa a las personas– está completamente metido dentro del otro.

Ahora bien, en algún momento pareció que ambos círculos, el de ser humano y el de persona, por fin coincidían: cuando se aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948.

Por desgracia, muy poco tiempo después el círculo de los considerados persona nuevamente comenzó a menguar, proceso que ha seguido creciendo hasta el día de hoy. De este modo, los excluidos serían algo así como «cosas humanas» –con todo lo contradictorio que resulta el término–, lo que afecta especialmente a aquellos que se encuentran en una situación más débil: no nacidos, moribundos, ancianos y niños.

Sin embargo, a diferencia de otras épocas, hoy existen corrientes que pretenden no solo excluir a ciertos seres humanos de la calidad de persona, sino además, incluir a seres no humanos dentro de dicho carácter.
De esta forma, si volvemos al ejemplo de los círculos, ahora el que representa a los que son considerados persona no está encerrado dentro del que representa a los seres humanos ni coincide totalmente con él, sino que saliéndose del mismo, abarca a otros entes. Dicho de otro modo: ambos círculos poseen una intersección, que representa a los «seres humanos-persona» y dos sectores en que cada uno se encuentra solo, sin solaparse, representando uno a los «seres humanos-no persona» (o si se prefiere, a las «cosas humanas») y el otro a los«persona-no seres humanos», o si se quiere, a los «animales-persona».

Es por eso que en vastos sectores se trata mucho mejor a diferentes animales e incluso vegetales que a determinados miembros de nuestra especie, lo que explica que a la par que crece la mentalidad ecologista (convertida incluso en una auténtica religión), se atente cada vez de forma más atroz contra la vida de algunos seres humanos.

Ahora bien, uno de los problemas de esta tendencia es que todos podemos perder nuestra calidad de persona. ¿Correremos el riesgo?

Max Silva Abbott
Publicado originalmente en Viva Chile

Max Silva Abbott - Hacia un pansexualismo (La inmoral ideología de género)

Hacia un pansexualismo

Se quiere imponer con la ayuda del Estado –y con prescindencia de los padres–, un modelo de vida que reduce a nuestros niños y jóvenes a la condición de animales, en que absolutamente todo se justifica y tiene su razón de ser en el sexo. En suma, arribar a un completo pansexualismo.
30/09/13 11:57 AM
Max Silva Abbott 
 Max Silva Abbott
Profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad Católica de la Ssma. Concepción de Chile.
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Parece que el delito de corrupción de menores (al menos en sus connotaciones sexuales), tendrá que ser derogado, en razón del documento elaborado por la Oficina Regional para Europa de la OMS y el Centro Federal de Educación para la Salud de Alemania (BZgA) titulado «Estándares de Educación Sexual para Europa. Marco para las personas encargadas de formar políticas educativas, responsables y especialistas de salud» (ver documento completo).
De acuerdo al mismo, «La sexualidad es un aspecto central del ser humano durante toda su vida y comprende sexo, genero, identidades y roles, orientación sexual, erotismo, placer, intimidad y reproducción. La sexualidad se experimenta y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones. Mientras que la sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no todas se expresan o experimentan. La sexualidad está influenciada por la interacción de los factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, étnicos, legales, históricos, religiosos y espirituales» (p. 23).
Es así como desde 0 a 4 años, los niños/as deben aprender a gozar tocando su propio cuerpo; de 4 a 6, deben poder hacer lo mismo con sus amigos/as; entre 6 y 9, deben poder defender sus «derechos sexuales de los niños y niñas» (a lo que luego se llama «ciudadanía íntima» –p. 27–); de 9 a 15, aprender sobre las enfermedades de transmisión sexual y a odiar una «maternidad imprevista» (considerada como otra enfermedad), lo que incluye la anticoncepción y el aborto a libre elección, sabiendo dónde practicarlo en caso necesario, sin conocimiento de sus padres; y también que su peor enemigo para el goce desenfrenado es la religión cristiana; desde los 15, deben dar rienda suelta a sus impulsos sexuales, incluso a cambio de ciertas contraprestaciones, si lo desean (dinero, diversión, regalos, etc.).
De este modo, se quiere imponer con la ayuda del Estado –y con prescindencia de los padres–, un modelo de vida que reduce a nuestros niños y jóvenes a la condición de animales, en que absolutamente todo se justifica y tiene su razón de ser en el sexo. En suma, arribar a un completo pansexualismo.
Ahora bien, ¿se imagina alguien qué pasaría si de verdad todo en la vida, tanto de los individuos como de las sociedades, se guiara por el sexo? Habría que cambiarlo todo, como quieren los nuevos sacerdotes de la ideología de género, dejando así obsoletas las nociones de padre, madre, matrimonio, familia, discernimiento sexual, y un largo etcétera.
Pero además, ¿por qué tanto interés en corromper así a las nuevas generaciones? ¿Quién sale ganando con este pansexualismo?
Ya es hora que por fin nos demos cuenta quién es quién en esta verdadera guerra cultural.
Parece que el delito de corrupción de menores (al menos en sus connotaciones sexuales), tendrá que ser derogado, en razón del documento elaborado por la Oficina Regional para Europa de la OMS y el Centro Federal de Educación para la Salud de Alemania (BZgA) titulado «Estándares de Educación Sexual para Europa. Marco para las personas encargadas de formar políticas educativas, responsables y especialistas de salud» (ver documento completo).

De acuerdo al mismo, «La sexualidad es un aspecto central del ser humano durante toda su vida y comprende sexo, genero, identidades y roles, orientación sexual, erotismo, placer, intimidad y reproducción. La sexualidad se experimenta y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones. Mientras que la sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no todas se expresan o experimentan. La sexualidad está influenciada por la interacción de los factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, étnicos, legales, históricos, religiosos y espirituales» (p. 23).

Es así como desde 0 a 4 años, los niños/as deben aprender a gozar tocando su propio cuerpo; de 4 a 6, deben poder hacer lo mismo con sus amigos/as; entre 6 y 9, deben poder defender sus «derechos sexuales de los niños y niñas» (a lo que luego se llama «ciudadanía íntima» –p. 27–); de 9 a 15, aprender sobre las enfermedades de transmisión sexual y a odiar una «maternidad imprevista» (considerada como otra enfermedad), lo que incluye la anticoncepción y el aborto a libre elección, sabiendo dónde practicarlo en caso necesario, sin conocimiento de sus padres; y también que su peor enemigo para el goce desenfrenado es la religión cristiana; desde los 15, deben dar rienda suelta a sus impulsos sexuales, incluso a cambio de ciertas contraprestaciones, si lo desean (dinero, diversión, regalos, etc.).

De este modo, se quiere imponer con la ayuda del Estado –y con prescindencia de los padres–, un modelo de vida que reduce a nuestros niños y jóvenes a la condición de animales, en que absolutamente todo se justifica y tiene su razón de ser en el sexo. En suma, arribar a un completo pansexualismo.
Ahora bien, ¿se imagina alguien qué pasaría si de verdad todo en la vida, tanto de los individuos como de las sociedades, se guiara por el sexo? Habría que cambiarlo todo, como quieren los nuevos sacerdotes de la ideología de género, dejando así obsoletas las nociones de padre, madre, matrimonio, familia, discernimiento sexual, y un largo etcétera.

Pero además, ¿por qué tanto interés en corromper así a las nuevas generaciones? ¿Quién sale ganando con este pansexualismo?

Ya es hora que por fin nos demos cuenta quién es quién en esta verdadera guerra cultural.

Max Silva Abbott

Publicado originalmente en Viva Chile

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Luis Santamaría del Rio - Paganismo nórdico en el siglo XXI

El neopaganismo está de moda en Europa






El diario barcelonés La Vanguardia ha dedicado una doble página al auge del paganismo en Europa, que reproducimos a continuación. El artículo principal está firmado por Gloria Moreno.
Hubo un tiempo en que el culto a los dioses paganos imperaba en toda Europa. Sin embargo, la expansión del cristianismo hizo que, poco a poco, estos fueran reemplazados por la nueva religión monoteísta llegada de Oriente Medio. Los pueblos vikingos, en el extremo norte del continente, fueron los últimos en convertirse. De eso hace ya un milenio. Sin embargo, parece que el poder de Thor, Odin o Balder vuelve a entusiasmar a más de uno.

Según Michael Strmiska, profesor de Estudios Globales del Suny-Orange College de EE.UU., estamos ante un cierto revival. “Encontramos muchas expresiones de este nuevo interés por las tradiciones religiosas precristianas, tanto en Europa como en otras partes del mundo”, asegura.
Está de moda. En los últimos años se han multiplicado las series de televisión, películas y obras literarias inspiradas en la mitología nórdica, la brujería o los vampiros. La mayoría no ve en ello más que mero entretenimiento cargado de cierto exotismo ancestral. Otros, en cambio, lo interpretan como reflejo de la sincera curiosidad que vuelven a despertar las religiones del pasado.

Construcción de un templo en Islandia

Lo cierto es que, en las últimas décadas, han ido apareciendo distintos movimientos neopaganos. Sus miembros vuelven a rendir culto a los dioses antiguos y disfrutan releyendo sus mitos y leyendas. El caso de Islandia es uno de los más paradigmáticos. Allí, la comunidad Ásatrú, que trata de recuperar los antiguos ritos y creencias de los vikingos, ha empezado a construir un gran templo dedicado a los principales dioses nórdicos.


Esta nueva religión, nacida en los años 70, cuenta con el reconocimiento oficial del estado islandés, lo que hace que sus sacerdotes puedan celebrar bodas, funerales y otros ritos con validez legal. También reciben una parte del dinero de los contribuyentes que el Estado destina a las distintas religiones oficiales. En los últimos tiempos, sus miembros se han multiplicado. De poco más de 300 a finales de los años noventa, hoy son ya más de 2.400. La cifra puede parecer discreta. Sin embargo, es significativa en un país que tiene tan solo 320.000 habitantes. Los neopaganos son ya la principal religión no cristiana de Islandia.
 Pero más allá de los números, cuentan los símbolos. El nuevo templo será el primero en los últimos 1.000 años que vuelve a dedicarse a los dioses Odin, Thor o Frigg en este país. Situado en una ladera, cerca de Reikiavik, su estructura será circular y excavada en la roca, con una apertura en el techo por la que entrará la luz del sol. La idea es construir un recinto en armonía con la naturaleza.

Aunque el renacer de esta religión es bastante reciente, los islandeses nunca se han desvinculado del todo de sus raíces vikingas y son varios los rasgos de su antigua religión que han coexistido con el cristianismo a lo largo de los siglos. Esto explica que haya gente que siga creyendo en los elfos o espíritus de la naturaleza. O que una gran cantidad de nombres y apellidos empiecen por Thor, dios del trueno, y muchas calles y topónimos hagan referencia a las deidades nórdicas.

Todo esto hace que este país “sea hoy un lugar de referencia para todos los paganos”, explica a La Vanguardia Ernesto García, presidente de la Comunidad Odinista-Ásatrú de España (COE).

Neopaganos en España

El neopaganismo nórdico-germánico también asoma en España. De los cerca de 700 seguidores de 2007, hoy ya son más de 9.000, entre miembros activos y simpatizantes que colaboran con el movimiento de algún modo o participan en sus ritos de vez en cuando.

España, de hecho, es el único país fuera de la órbita nórdica en el que la comunidad Ásatrú ha sido reconocida por las autoridades como una religión oficial. Los demás son Dinamarca, Noruega y Suecia. Además, los seguidores ibéricos de esta nueva religión también tienen un templo, en Navas de Jorquera (Albacete). Fue el primero que se construyó en todo el mundo, asegura García. Eso sí, es más discreto y pequeño que el que proyectan los islandeses puesto que aquí “no contamos con ningún tipo de financiación pública”, remarca.

La suya, sin embargo, no es la única religión neopagana presente en España. Ante el Ministerio de Justicia hay registradas otras nueve. Algunas de ellas también son de tipo germánico-nórdico, mientras que otras se inspiran en el mundo celta, como los druidas y los movimientos de tipo wicca. Entre estos últimos destaca la Wicca Celtíbera, un culto pagano de transmisión hermética, mistérica e iniciática constituido a partir de la brujería tradicional que se practicaba antiguamente en la península.

Un fenómeno complejo

En opinión del profesor Strmiska, que lleva años estudiando estos movimientos y ha publicado varios libros sobre el tema, resulta difícil poner cifras a este fenómeno a escala global. “La situación se parece a un caleidoscopio”, explica. Los nuevos grupos neopaganos son tan numerosos como variados. Además, mucha gente no se une a ellos de un modo oficial sino “de manera informal, participando online, yendo ocasionalmente a algunos ritos o incluso in-ventándose los suyos propios para practicarlos a solas o acompañados de su familia y amigos más cercanos”.

Las que sí están más claras son las causas. “El cristianismo ya no domina totalmente la sociedad y la cultura, por lo que la gente simplemente se siente más libre para explorar estas tradiciones antiguas, así como otras como el budismo, el hinduismo, la santería, el taoísmo o cualquier otra práctica que no estuviera disponible hace 50 o 100 años”.

El rechazo al materialismo y al consumismo propios de la sociedad moderna hace que muchos se sientan llamados a un estilo de vida más profundo y espiritual. En esta línea, el amor y la concepción sagrada de la naturaleza es otro de los reclamos que comparten muchos neopaganos. “El sentirse conectado con la naturaleza y encontrar a los dioses y diosas en ella, de hecho, es otro de los elementos centrales en todos estos movimientos”, destaca Strmiska.

Este es el caso del escritor y realizador audiovisual alicantino Artur Balder, que practica la religión Ásatrú desde hace años y una de cuyas obras, la Saga del Teutoburgo, ha sido declarada “sagrada” por la Comunidad Odinista-Ásatrú de España. Balder explica que, en el Ásatrú, todo está relacionado con el ciclo natural de la tierra. “No puede haber futuro para nosotros si no respetamos un futuro para la naturaleza. El Ásatrú no requiere iglesias, edificios o espacios habilitados”.

Otros, sin embargo, ponen más énfasis en la búsqueda de las propias raíces. “En un mundo que cambia con rapidez, hay quien halla sentido y seguridad al tocar cosas del pasado, las tradiciones de sus ancestros o de su grupo étnico”, explica Strmiska. Aunque, en su opinión, este es un terreno “resbaladizo”, puesto que ¿quiénes serían los ancestros de los españoles? ¿Los católicos, los moros, los judíos, los romanos, los paganos germanos o los celtas?”.

A vueltas con la tradición

Muchos de los movimientos neopaganos presentes en España han logrado el reconocimiento legal como entidades religiosas. Sin embargo, sus líderes se quejan del trato de favor que la legislación actual sigue dando a las religiones mayoritarias. Ninguna de las confesiones neopaganas ha logrado el reconocimiento de “notorio arraigo” que establece la ley sobre libertad religiosa. Esto hace que los matrimonios que ofician sus sacerdotes, por ejemplo, no tengan efectos civiles, de modo que los contrayentes tienen que volver a casarse por la vía civil. Asimismo, los ministros de culto de estas confesiones tampoco pueden asistir oficialmente a sus fieles en hospitales, prisiones o entierros.

Para Ernesto García, de la Comunidad Odinista-Ásatrú de España, “es un sistema discriminatorio, pues establece diferencias entre las religiones, haciendo que, en la práctica, unas religiones sean consideradas de primera y las otras de segunda”. Javier Tomás, practicante de esta religión y colaborador de La Voz de Odín, una web especializada en temas sobre el mundo Ásatrú, opina que debería reconocerse ese notorio arraigo “pues la tradición goda o la druida en el norte de España son ancestrales”.

De los Señores de Kobol a la Fe de los Siete

Diversas series televisivas de éxito recrean la mitología nórdica y la brujería. Algo que recoge en La Vanguardia Francesc Puig, en un artículo que complementa al anterior y que reproducimos a continuación.
Hay series que marcan tendencias y otras series que las recogen. Y a veces sucede como el dilema del huevo y la gallina, ¿qué fue antes? Dos de las ficciones que gozan de gran prestigio y seguimiento en la actualidad como son Juego de tronos y Vikingos reflejan un paganismo que, si bien en el medievo recreado por el escritor George R. R. Martin en Juego de tronos es una fabulación, en la recreación histórica de la sociedad vikinga se ajusta a una realidad.

La palabra pagano proviene del latín paganus, que significa habitante de una pagus (aldea o comarca rural). Los paganos tenían sus propios rituales acordes con su estilo de vida basado en el equilibrio entre las fuerzas de la naturaleza y su armonización con los seres vivos. Al vivir en la naturaleza, era lógico que la venerasen y así se trasluce en ambas ficciones.

Vikingos, la prestigiosa serie producida por The History Channel, destaca por una fidelidad histórica que recoge la gran religiosidad que profesaba el pueblo vikingo, tanto cristiana como pagana, e incluye numerosas referencias a mitos y leyendas de la cultura nórdica. Su protagonista, Ragnar, al igual que muchos vikingos, coquetea con el cristianismo.

En los Siete Reinos de Juego de tronos la religión dominante es la Fe de los Siete (aunque existen muchas otras como la de los Antiguos Dioses). La Fe venera a los Siete, una única deidad con siete aspectos o rostros (la Madre, el Padre, el Herrero, la Doncella, el Guerrero, la Vieja y el Desconocido) que representan una virtud diferente. Estas siete caras del mismo dios son la particular santísima trinidad de George R. R. Martin, quien confesó haberse basado en el catolicismo para crear la Fe.

Pero el paganismo también se halla en ficciones ubicadas en la actualidad. Estuvo presente en la primera temporada de True detective (2014), cuando apareció el Rey amarillo, una figura que los detectives encarnados por Woody Harrelson y Matthew McConaughey escucharon por primera vez cuando visitaron al ex marido de la chica aparecida muerta en el primer capítulo. Éste les hablaba de un Rey amarillo que frecuentaba un lugar en los pantanos rodeado de ruinas en el que se realizaban sacrificios humanos y se rendía culto a deidades paganas.

Y del pasado y presente al futuro. En una de las más recientes y aclamadas producciones de la ciencia ficción televisiva, Battlestar Galactica (2003-2010), los humanos de las doce colonias de Kobol profesaban una religión politeísta en la que se creía en muchas deidades a las que se conocía como Señores de Kobol. Esas deidades eran las mismas del panteón de la mitología griega que a su vez fueron inspiración de los dioses de la mitología romana. Los huma-nos de esas doce colonias adoraban a Atenea, Apolo, Artemisa, Afrodita, Hera, Ares y Zeus, aunque también existían referencias a otras culturas de manera más anecdótica, como son los nombres nórdicos de la Battlestar Valkyrie (las valquirias eran deidades femeninas) y la Estación militar Ragnar (nombre derivado de Ragnarok, la batalla del fin del mundo).

El paganismo se asocia a veces al diablo o a criaturas fantasiosas y se entra de esa manera en el mundo de la magia y la brujería. En ese terreno, destaca la popular serie Embrujadas (1998-2006) o American Horror Story: Coven (2013).