PELIGRO: Nueva Era, Gnósticos y esotéricos

Libro: Jan Van Helsing - Las Sociedades Secretas y su poder en el Siglo XX

Autores: Osho, Pablo Coelho

Documental: Peter Joseph - Zeitgeist

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Ideología de género y la ONU, impulsoras de la degeneración humana

Por un plato de lentejas. La peor de las corrupciones

El plato de lentejas: ahora un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pero también el acceso a otras cuotas de poder y a la financiación.
26/12/14 11:26 AM

Hace unos días la Iglesia celebraba la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, Patrona de España. El próximo domingo, en plena Navidad, viviremos la fiesta de la Sagrada Familia y también recordaremos a los Santos Inocentes. Con ocasión de todo ello, han ido viniendo a mi memoria las hermosas palabras que el Papa San Juan XXIII dirigió a nuestra Patria en 1960, y que luego transcribiré. Aquel mensaje del Papa «bueno» me ha hecho pensar en la enorme multitud de españoles, y de otros hijos de naciones hermanas que, el día 22 del pasado mes de noviembre, alzaron su voz para pedir el fin de la gran matanza de inocentes no-nacidos que se está produciendo, desde hace décadas, en España y en el mundo. Con respeto a todas las personas y por amor a ellas, creo necesario, no solo describir la realidad, sino también analizar las causas de lo que acontece; solo así será posible proponer soluciones reales, más allá de poner parches para controlar los síntomas del pensamiento débil, que es como una enfermedad, y que rebaja el nivel ético general, de modo que en nombre de un falso concepto de tolerancia se termina persiguiendo a los que defienden la verdad sobre el hombre y sus consecuencias éticas (Cf. Papa Francisco, 20-6-2014).

La historia que narra la Biblia

Cuenta el libro del Génesis (Cf. 25, 19-34) que Esaú vendió su primogenitura, por un plato de lentejas, a su hermano gemelo Jacob. La primogenitura implicaba ciertos derechos, y sobre todo la transmisión por parte del padre de una especial bendición y de las promesas (Cf. Gn 28, 13ss). Analógicamente, esta historia se ha repetido infinidad de veces a lo largo de los siglos, tanto en lo que se refiere a personas, como a instituciones y naciones.

Un hecho reciente

Recientemente el Presidente del Gobierno de España y del Partido Popular anunció la retirada de la reforma de la ley del aborto que pretendía «limitar» cuantitativamente la sangría horrenda de los «los niños asesinados antes de nacer» (Papa Francisco, 25-11-2014), ciertamente un crimen abominable (Cf. Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 51), un continuo holocausto de vidas humanas inocentes(San Juan Pablo II, 29-12-1997). Sobre todo ello ya me pronuncié en una nota el pasado 24 de septiembre: «Llamar a las cosas por su nombre. Un verdadero reto para los católicos». Pero ¿cuáles son los verdaderos motivos de esta retirada?

El plato de lentejas: ahora un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pero también el acceso a otras cuotas de poder y a la financiación

Para entender bien la decisión del Presidente del Gobierno no es suficiente recurrir a análisis electoralistas. Con todo respeto a su persona, hay que decir que una decisión tan grave responde a otras exigencias como nos muestra el documento «Prioridades de España en Naciones Unidas. 69º Periodo de Sesiones de la Asamblea Plenaria»; documento que se puede encontrar en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores. Dichas «prioridades» forman parte de lo que el Gobierno de España estaba dispuesto a hacer (ya lo venía haciendo en perfecta continuidad con las legislaturas que le precedieron) para conseguir un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El puesto ha sido conseguido, ahora ya sabemos por qué han hecho lo que han venido haciendo y qué van a seguir haciendo con toda diligencia, tanto a nivel nacional como autonómico. Entre otras prioridades dignas de mención, quiero destacar dos de las indicadas en dicho documento:

a) «Continuaremos impulsando el pleno disfrute y ejercicio de derechos por parte de niñas y mujeres en condiciones de igualdad y no discriminación por razón de género, incluidos los derechos de salud sexual y reproductiva (…)».

b) «Continuaremos promoviendo el pleno disfrute y ejercicio de derechos por parte de personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI) y la eliminación de todas las formas de discriminación (…)».

Desenmascarando eufemismos

Poniendo siempre por delante el amor, el respeto y el aprecio a todas las personas, sea cual sea su condición, es necesario desenmascarar las ideologías que engañan manipulando el lenguaje.

a) Naturalmente, condenamos, con toda firmeza, cualquier tipo de violencia contra niñas y mujeres y toda discriminación injusta, pero ¿qué significa en realidad «pleno disfrute y ejercicio de derechos por parte de niñas y mujeres» y en particular «los derechos de salud sexual y reproductiva»? La respuesta es: promoción de la anticoncepción desde niñas; esterilización; aborto libre, químico y quirúrgico, (en España ya son millones los niños abortados); manipulación de embriones y reproducción asistida (verdadero «pecado contra el Creador», Papa Francisco, 15-11-2014); promoción de la masturbación, con programas ya desde 0 a 4 años; esterilización, con autorización judicial, de personas con discapacidad psíquica; sustraer a los padres de las menores la patria potestad en todo lo que se refiere a la sexualidad de sus hijas; educación sexual obligatoria (teoría y práctica) de menores, por parte del Estado y según la perspectiva de la ideología de género, incluso contra la voluntad expresa de los padres; disminuir la edad legal de consentimiento para tener relaciones sexuales (en España la edad legal de consentimiento está ya en los 13 años); apertura a la sexualidad «intergeneracional»; etc. Buena parte de todo esto puede encontrarse en los «Estándares de Educación Sexual para Europa» preparados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el asesoramiento de International Planned Parenthood Federation –IPPF‒ (Federación Internacional de Planificación Familiar) y de World Association for Sexual Health ‒WAS‒ (Asociación Mundial para la Salud Sexual), así como en publicaciones vinculadas a los lobbys implicados.

A todas estas imposiciones del imperialismo transnacional del dinero – bajo apariencia de organismos internacionales (públicos y privados) ‒ hay que añadir ahora, al menos, dos más: 1) El Gobierno de España ha anunciado que va a reconocer el derecho de inscripción en el Registro Civil de los hijos de españoles nacidos mediante gestación subrogada (vientres de alquiler) en el extranjero. Esto no es más que dar amparo legal a la «trata» de mujeres extranjeras empobrecidas, con las que se comercia como si fueran «ganado», incluso «estabulándolas», durante el embarazo, en «granjas» al efecto. Seamos claros, esta abominable práctica no es más que una nueva forma de esclavitud. 2) Parece que el Gobierno de España quiere cambiar la ley para exigir el consentimiento paterno a las menores que deseen abortar. Que el Estado respete la patria potestad de los padres respecto de sus hijos siempre es un bien; dicho lo cual, con consentimiento paterno o sin él, el aborto es siempre un crimen abominable, que además destroza a la madre y a todos los que participan. Ahora bien, el imperio no cede jamás: siguiendo los criterios de los «Estándares de Educación Sexual para Europa», «expertas» de Naciones Unidas «contra la discriminación de la mujer» se han desplazado a España durante diez días para «recomendar expresamente» al Gobierno español que las menores de 16 y 17 años puedan seguir abortando sin consentimiento de los padres: más presiones, no van a permitir ni un minúsculo paso atrás. España, como buena parte del mundo, ya no es más que una colonia, al servicio del Nuevo Orden Mundial, donde se esclaviza a jóvenes y mujeres, mientras permanecemos aflojados y drogados con mucho «circo» y cada vez menos pan.

b) También aquí, condenamos, con toda contundencia, cualquier tipo de violencia contra las personas y toda discriminación injusta; con toda la Iglesia queremos continuar prestando ayuda a todos, con verdaderas entrañas de misericordia, sin juzgar a las personas (Cf. Papa Francisco, 28-7-2013). Pero ¿qué significa en realidad «pleno disfrute y ejercicio de derechos por parte de personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI) y la eliminación de todas las formas de discriminación»? La respuesta es: promoción universal de la llamada «ideología de género» y de las teorías queer, así como de su particular interpretación del concepto de «empoderamiento LGBTIQ»; derechos sexuales de los menores, así llamados, LGBTIQ, tal y como se definen por la IPPF y por la WAS; derecho desde los 0 años a «explorar» la identidad sexual; derecho a partir de los 4 años a recibir información sobre las «relaciones del mismo sexo»; derechos de los menores a su propia «orientación de género» (LGBTIQ); en el caso de los menores de edad con «deseo de cambiar de sexo» (DCS), «derecho» a que se les administren, cuanto antes, hormonas del sexo contrario y, en su caso, derecho ‒ incluso siendo menores de edad ‒ a la cirugía de reasignación aparente de sexo; matrimonio entre personas del mismo sexo; derecho de las parejas del mismo sexo a adoptar niños; «despatologización – vía legislativa ‒ de la así llamada transexualidad», con promoción de nuevas leyes llamadas de «no discriminación» y de «reconocimiento de derechos a las personas con deseo de cambiar de sexo»; derecho a la «no discriminación e igualdad de trato» que implica situar fuera de la ley a quienes, como la Iglesia, afirmen que la particular inclinación de la persona con atracción sexual hacia el mismo sexo, «debe ser considerada como objetivamente desordenada» (Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, n. 3) o que «los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2357); impedir, y penalizar legalmente, que profesionales de la psiquiatría o la psicología puedan ayudar a personas con atracción sexual hacia el mismo sexo (AMS) o con deseo de cambiar de sexo (DCS), que libremente lo soliciten; sustraer a los padres de los menores la patria potestad en todo lo que se refiere a la sexualidad de sus hijos con AMS o DCS; educación sexual obligatoria (teoría y práctica) a menores, según los criterios LGBTIQ, incluso contra la voluntad expresa de los padres; disminuir la edad legal de consentimiento para tener relaciones «sexuales» entre personas del mismo sexo (en España, también aquí, la edad legal de consentimiento está ya en los 13 años); imponer, por ley, a las empresas e instituciones, la contratación de un porcentaje de trabajadores llamados LGBTIQ; inversión de la carga de la prueba cuando se producen denuncias por presuntas discriminaciones a personas llamadas LGBTIQ; promoción de la sexualidad «intergeneracional» LGBTIQ; etc. Buena parte de todo esto también puede encontrarse en los «Estándares de Educación Sexual para Europa», ya citados, y en publicaciones vinculadas al lobby implicado. En todo caso, hay que advertir que una vez ganada la batalla del mal llamado matrimonio civil entre personas del mismo sexo y la posibilidad de adopción, la gran ofensiva en estos momentos ‒ como puede comprobarse en los medios de comunicación ‒ es entorno al deseo de cambiar de sexo (DCS) ‒ la mal llamada «disforia de género»/«transexualidad» ‒, particularmente en la infancia; lo que sigue es la penalización de los padres, de las confesiones religiosas y de cuantos se opongan a la agenda prevista para promover estos llamados «derechos sexuales LGBTIQ».
Describir lo que esconden las palabras a través, como hemos dicho, de la manipulación del lenguaje no es ninguna condena a las personas, sino exponer con claridad lo que atenta contra la antropología cristiana a la que el Papa San Juan Pablo II llamaba «antropología adecuada». En definitiva, lo que se pretende con estas disposiciones es una mutación antropológica, o lo que es lo mismo, la construcción, cuyas raíces están en la ideología de género y sus derivadas, de un nuevo ser humano inspirado en el transhumanismo y el posthumanismo.

La «primogenitura» vendida

Con el documento «Prioridades de España en Naciones Unidas. 69º Periodo de Sesiones de la Asamblea Plenaria» que estamos comentando, se confirma, una vez más, lo que todos sabíamos: nos hemos convertido en siervos de las instituciones internacionales para la promoción de la llamada «gobernanza global» (Nuevo Orden Mundial) al servicio del imperialismo transnacional del dinero, que ha presionado fuerte para que España no sea ejemplo para Iberoamérica y para Europa de lo que ellos consideran un «retroceso» inadmisible en materia abortista y en los llamados derechos LGBTIQ.
Estamos vendiendo, por un «plato de lentejas», el proyecto de Dios sobre sus hijos: a) el amor y respeto a toda vida humana; b) la belleza de la igual dignidad, pero también de la diferencia entre el varón y la mujer; y c) la hermosura de la familia de fundación matrimonial entre un solo hombre y una sola mujer. Esto no solo está aconteciendo en España, se trata de un humillante vasallaje global ante el poder del dinero, y por ello recientemente (25-11-2014) el Papa Francisco advertía: «Mantener viva la realidad de las democracias es un reto de este momento histórico, evitando que su fuerza real – fuerza política expresiva de los pueblos – sea desplazada ante las presiones de intereses multinacionales no universales, que las hacen más débiles y las trasforman en sistemas uniformadores de poder financiero al servicio de imperios desconocidos. Este es un reto que hoy la historia nos ofrece».

«La muerte de Dios en el corazón y en la vida de los hombres es la muerte del hombre» (San Juan Pablo II, 11-5-1980): la peor de las corrupciones

Si matar a un inocente no-nacido se reconoce por la «leyes» como un derecho, toda corrupción o iniquidad es posible, tanto en el ámbito público como en el privado. Pero atención, para poder matar a un hermano antes hay que matar a Dios (al Padre), o venderlo: ambas cosas hemos hecho. ¡Tanto podríamos decir sobre esto! Que a nadie le extrañe, pues, la situación en la que se encuentra postrada España y buena parte del mundo. Ni los actuales partidos mayoritarios, ni los nuevos de corte marxista que, parece que emergen con gran ímpetu, respetan integralmente la dignidad de la vida humana, del matrimonio y de la familia. La verdadera respuesta a esta situación pasa por la regeneración moral de nuestro pueblo fruto de una nueva evangelización: proponer con amor y verdad a Cristo, pues «el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado» (Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 22). Es urgente promover la gestación de auténticos cristianos y de familias católicas (la Iniciación Cristiana de Adultos según el modelo del Catecumenado Bautismal) capaces de impulsar una cultura respetuosa con la vida, el matrimonio y la familia. También es necesario impulsar una auténtica educación afectivo-sexual de los niños, adolescentes y jóvenes como vocación al amor y al don de sí. En la «Teología del cuerpo» del Papa San Juan Pablo II encontramos las claves para aprender a amar y desarrollar una auténtica ecología humana. Como repetía el Papa Benedicto XVI, la permanencia de la civilización cristiana pasa por la promoción de «minorías creativas» capaces de regenerar la sociedad. El instrumento es la Doctrina Social de la Iglesia que debe inspirar la presencia de católicos en las distintas instituciones sociales y en el ámbito de la política. Como decía el beato Pablo VI, la política es una forma alta de caridad; de ahí la pertinencia de recordar el antiguo adagio: Corruptio optimi, pessima (la corrupción de los mejores es la peor); y es que «la miseria más peligrosa, causa de todas las demás: (es) la lejanía de Dios, la presunción de poder prescindir de Él» (Papa Francisco, 20-12-2014).
Nadie debe dudar que estamos ante una situación de emergencia política. Esta situación está reclamando del laicado católico que sepa organizarse para ofrecer una lúcida respuesta en el campo cultural, en los medios de comunicación y en la política. No hacerlo en estos momentos supone un verdadero pecado de omisión.

Hay esperanza

No solo las personas, también las naciones son llamadas por Dios al cumplimiento de una misión, misión a la que se puede responder o no. España también ha tenido y tiene su misión, ¡no renunciemos a ella y a la bendición de Dios, nuestro Padre, por un plato de lentejas! Atendamos a las hermosas palabras con las que nos exhortaba el querido Papa San Juan XXIII y, con la gracia de Dios, hagámoslas efectivas: «Nos alegramos de que la España que llevó la fe a tantas naciones quiera hoy seguir trabajando para que el Evangelio ilumine los derroteros que marcan el rumbo actual de la vida, y para que el solar hispánico, que se ufana justamente de ser cuna de civilización cristiana y faro de expansión misionera, continúe y aun supere tales glorias, siendo fiel a las exigencias de la hora presente en la difusión y realización del mensaje social del cristianismo, sin cuyos principios y doctrina fácilmente se resquebraja el edificio de la convivencia humana. Que tengan levantada siempre su mirada Nuestros Hijos amadísimos de España hacia las altas metas, con el espíritu grande que los caracteriza, seguros de que la obediencia a la Ley de Dios atraerá la protección de la Providencia, que en el tejido de todo quehacer histórico guía a los individuos y a los pueblos, dóciles a la voz del Rey de cielos y tierra, in viam prosperitatis et pacis [en el camino de la prosperidad y la paz]» (San Juan XXIII, Mensaje dirigido al Cardenal Gaetano Cicognani, 5-6-1960).
Solo el nacimiento de Jesús, que estamos celebrando, le devuelve a cada persona su dignidad intransferible y la respalda con su alianza de amor para que no se pierda ninguno, especialmente los más pequeños, empobrecidos y sufrientes. En cambio, todas las ideologías ponen las personas al servicio de sus ambiciones, siempre vinculadas al poder y al dinero; lo hacen, según los casos, en nombre del «pueblo», del «proletariado», de la llamada «sociedad del bienestar», o del llamado «interés general». Han olvidado miserablemente que el fin de la sociedad es el «bien común», que pasa necesariamente por la atención y cuidado de cada persona, y por el desarrollo y educación de la misma, para hacerla capaz de su verdadero destino, de nuestro verdadero destino: Dios revelado como Amor.

Una gran batalla

En todo caso, hay que insistir en que quienes rinden culto a moloc y a mammona – la cultura de la muerte y la idolatría del dinero ‒ siempre van de la mano y sirven al Amo de este mundo.
Por eso, nuestra batalla, como nos recuerda el Apóstol Pablo, «no es contra la sangre y la carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso…» (Ef 6, 12). De ahí que es necesario, como nos exhortaba el mismo Apóstol, revestirnos con las armas de Dios: «estad, pues alerta, ceñidos vuestros lomos con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia y calzados los pies, prontos para el evangelio de la paz, embrazando en todo momento el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los encendidos dardos del Maligno» (Ef 6, 14-16). Los católicos en este momento estamos ante una verdadera encrucijada y es necesario preguntarnos a quienes estamos dispuestos a servir: o a los dioses, y sus mensajeros, de esta nueva religión secular, o al verdadero Dios. Como en tiempos de Josué nuestra respuesta no puede ser otra: «Yo y mi casa serviremos al Señor» (Jos 24, 15).

+ Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares
Alcalá de Henares, 26 de diciembre de 2014
San Esteban, protomártir

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Navidad y sus falsos orígenes paganos

 
Religión en Libertad (18/12/2014): William J. Tighe, profesor de Historia de la Universidad de Muhlenberg, publicó en 2003 un análisis sobre el origen de la fecha de la Navidad cristiana en el 25 de diciembre, negando que se tratase de una fecha que buscase suplantar una fiesta pagana previa, como acusan a veces algunos neopaganos, ciertos grupos protestantes y revisionistas históricos. 
"Los orígenes paganos de la Navidad son un mito sin fundamento histórico", asegura, y como especialista en los siglos XVI a XVIII puede localizar a los personajes que s einventaron esta idea del "origen pagano": el protestante alemán Paul Ernst Jablonski y el monje francés Jean Hardouin. 
 
Análisis completo traducido de la revista ecuménica "Touchstone": Calculando la Navidad: la auténtica historia del 25 de diciembre por William J. Tighe.
Muchos cristianos creen que el cristianismo celebra el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre porque los padres de la Iglesia se apropiaron de la fecha de un festival pagano. Casi nadie da importancia a este hecho, excepto algunos grupos marginales de evangélicos americanos, que parecen interpretar que ello convierte a la Navidad en un festival pagano.
 
Sin embargo, resulta interesante saber que la opción del 25 de diciembre es el resultado de los intentos realizados por los primeros cristianos para averiguar la fecha de nacimiento de Jesús, basándose en cálculos de calendario quenada tenían que ver con los festivales paganos.
Fue más bien al contrario, ya que el festival pagano del "Nacimiento del Sol Invicto", instituido por el emperador romano Aureliano el 25 de diciembre de 274, fue casi con toda certeza un intento de crear la alternativa pagana a una fecha que ya gozaba de cierta importancia para los cristianos romanos. Así pues, "los orígenes paganos de la Navidad" son un mito sin fundamento histórico.
 
El filósofo luterano alemán Paul Ernst Jablonski fue el primero en publicar en 1743 que la fechadel 25 de diciembre y la Navidad era una"paganización" del cristianismo (hoy se usa el argumento como una "cristianización" del paganismo)
La idea de que la fecha fue sacada de los paganos se remonta a dos estudiosos de finales del siglo XVII y principios del XVIII. Paul Ernst Jablonski, un protestante alemán, pretendía demostrar que la celebración del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre era una de las muchas "paganizaciones" del cristianismo que la Iglesia del siglo IV había adoptado, como una de las muchas "degeneraciones" que habían transformado el cristianismo apostólico puro en catolicismo.
 
Dom Jean Hardouin, un monje benedictino, intentó demostrar que la Iglesia católica había adoptado festivales paganos para fines cristianos sin paganizar el Evangelio. En el calendario juliano, creado en el año 45 a.C. bajo Julio César, el solsticio de invierno caía en 25 de diciembre y, por tanto, a Jablonski y a Hardouin les pareció evidente que esa fecha debía haber contenido obligatoriamente un significado pagano antes de haber sido cristiano.
Pero en realidad, la fecha no había tenido ningún sentido religioso en el calendario festivo pagano en tiempos anteriores a Aureliano, y el culto al sol tampoco desempeñaba un papel importante en Roma antes de su llegada.
 
Había dos templos del sol en Roma. Uno de ellos (mantenido por el clan en el que nació o fue adoptado Aureliano) celebraba su festival de consagración el 9 de agosto, y el otro el 28 de agosto. Sin embargo, ambos cultos cayeron en desuso en el siglo II, en que los cultos solares orientales, como el mitraísmo, empezaron a ganar adeptos en Roma. Y en cualquier caso, ninguno de estos cultos, antiguos o nuevos, tenían festivales relacionados con solsticios o equinoccios.
 
Lo que ocurrió realmente fue que Aureliano, que gobernó desde el año 270 hasta su asesinato en 275, era hostil hacia el cristianismo, y está documentado que promocionó el establecimiento del festival del "Nacimiento del Sol Invicto" como método para unificar los diversos cultos paganos del Imperio Romano alrededor de una conmemoración del "renacimiento" anual del sol. Lideró un imperio que avanzaba hacia el colapso, ante las agitaciones internas, las rebeliones en las provincias, el declive económico y los repetidos ataques por parte de tribus germanas por el norte y del Imperio Persa por el este.
 
Al crear esa nueva festividad, su intención era que el día 25, en el que comenzaba a alargarse la luz del día y a acortarse la oscuridad, fuera un símbolo del esperado "renacimiento" o eterno rejuvenecimiento del Imperio Romano, que debía ser el resultado de la perseverancia en la adoración de los dioses cuya tutela (según creían los romanos) había llevado a Roma a la gloria y a gobernar el mundo entero. Y si podía solaparse con la celebración cristiana, mejor aún.
 
Cálculos navideños ¡antes de tener fecha litúrgica!: Es cierto que la primera prueba de una celebración cristiana en 25 de diciembre como fecha de la Natividad del Señor se encuentra en Roma, algunos años después de Aureliano, en el año 336 d.C., pero sí hay pruebas del Este griego y del oeste latino donde los cristianos intentaban averiguar la fecha del nacimiento de Cristo mucho antes de que lo empezaran a celebrar de una forma litúrgica, incluso en los siglos II y III. De hecho, las pruebas indican que la atribución a la fecha de 25 de diciembre fue una consecuencia de los intentos por determinar cuándo se debía celebrar su muerte y resurrección.
 
[Tighe no lo detalla, pero un ejemplo claro es el de Sexto Julio Africano, escritor cristiano que en el año 221, en sus Chronographiai, ya establece que Jesús se encarnó en 25 de marzo (por lo que nació 9 meses después, en 25 de diciembre). Esto lo escribe medio siglo antes de que en el 274 Aureliano cree una fiesta para el 25 de diciembre en Roma. Nota de ReL].
 
¿Y cómo ocurrió todo esto?: Parece haber una contradicción en la fecha de la muerte del Señor entre los Evangelios Sinópticos y el Evangelio de Juan. Los sinópticos la situarían en la Pascua de los judíos (después de la Última Cena la noche anterior), mientras que Juan la describiría en la Víspera de la Pascua, en el momento en que los corderos eran sacrificados en el Templo de Jerusalén para el ágape que tendría lugar después de la salida del sol ese mismo día.
 
La solución a esta cuestión implica contestar a la pregunta de si la Santa Cena fue un ágape pascual o una cena que tuvo lugar un día antes, lo cual no estudiaremos aquí. Basta con decir que la primitiva Iglesia siguió a Juan y no a los sinópticos y, por tanto, creyó que la muerte de Cristo había tenido lugar el 14 Nisán, de acuerdo con el calendario lunar judío.Por cierto, los estudiosos modernos se muestran de acuerdo con que la muerte de Cristo podría haber tenido lugar en el año 30 o en el 33 d.C., ya que éstos son los únicos años de esa época en los que la Vigilia de Pascua podían haber caído en viernes. Las posibilidades son, por tanto, el 7 de abril del 30 o el 3 de abril del 33.
 
Sin embargo, dado que la Iglesia primitiva fue forzosamente separada del judaísmo, entró en un mundo de calendarios distintos y tuvo que instaurar sus propios momentos para celebrar la Pasión del Señor, en parte también para independizarse de los cálculos rabínicos de la fecha de Pascua. 
Por otra parte, como el calendario judío era un calendario lunar que constaba de 12 meses de 30 días cada uno, cada pocos años debía añadirse un mes decimotercero por un decreto del Sanedrín, para mantener el calendario sincronizado con los equinoccios y los solsticios, así como para evitar que las estaciones se fueran "desviando" hacia meses inapropiados.
 
Aparte de la dificultad que debieron tener los cristianos en investigar, o quizás en ser bien informados sobre las fechas pascuales en un determinado año, el hecho de seguir un calendario lunar diseñado por ellos habría dispuesto en su contra tanto a judíos como a paganos, y seguramente también les habría sumido en inacabables disputas entre sí mismos.
El siglo II vio fuertes disputas sobre si la Pascua tenía que caer siempre en domingo o en cualquier día de la semana dos días después del 14 Artemision/Nisán, pero haber seguido un calendario lunar no habría hecho más que agravar estos problemas.
 
Estas divergencias eran interpretadas de distintas maneras entre los cristianos griegos de la parte oriental del imperio y los cristianos latinos en la parte occidental del mismo. Parece ser que los cristianos griegos quisieron encontrar una fecha equivalente a su 14 Nisán en su propio calendario solar y, dado que el Nisán era el mes en el que tenía lugar el equinoccio de primavera, eligieron el día 14 de Artemision, el mes en el que el equinoccio de primavera caía invariablemente en su propio calendario. Alrededor del 300 d.C., el calendario griego fue solapado por el romano y, como las fechas de principio y final de los meses en estos dos sistemas no coincidían, el 14 Artemision se convirtió en el 6 de abril.
 
No obstante, parece que los cristianos latinos del siglo II en Roma y África del norte querían establecer la fecha histórica en la que murió Jesús. En la época de Tertuliano [c.155 -220 d.C.] habían concluido que murió en viernes, 25 de marzo del 29.Como nota aparte, debo hacer constar que ello es imposible: el 25 de marzo del 29 no cayó en viernes, y la Víspera de Pascua judía en el 29 d.C. no caía en viernes ni en 25 de marzo, ni siquiera en el mes de marzo.
 
Cuando los antiguos creían en la "edad integral": Así pues, en el este, tenemos el 6 de abril y, en el oeste, el 25 de marzo. Llegados a este punto, debemos introducir una creencia que parece ser que se propagó en el judaísmo en el tiempo de Cristo, pero la cual, como no aparece en la Biblia, no han tenido presente los cristianos. Se trata de la "edad integral" de los grandes profetas judíos: la idea de que los profetas de Israel murieron en la misma fecha que la de su nacimiento o concepción.
Este conocimiento es un factor clave a la hora de entender por qué algunos de los primeros cristianos llegaron a la conclusión de que el 25 de diciembre fue la fecha del nacimiento de Jesucristo. Los primeros cristianos aplicaron esta idea a Jesús, con lo que el 25 de marzo y el 6 de abril no sólo eran las supuestas fechas de la muerte de Jesús, sino también las de su concepción o nacimiento. Existe alguna prueba fugaz de que al menos algunos cristianos en los siglos I y II consideraron el 25 de marzo y el 6 de abril como la fecha del nacimiento de Cristo, pero rápidamente prevaleció la asignación del 25 de marzo como la fecha de la concepción de Cristo.
 
Y es en este día, conmemorado casi universalmente entre cristianos como la Fiesta de la Anunciación, cuando el Arcángel Gabriel llevó la Buena Nueva de un salvador a la Virgen María, con cuyo consentimiento la Palabra de Dios ("Luz de Luz, Dios verdadero del Dios verdadero, nacido del Padre antes de todos los tiempos") se encarnó en su vientre.¿Cuánto dura un embarazo? Nueve meses. Si contamos nueve meses a partir del 25 de marzo, es 25 de diciembre; si es a partir del 6 de abril, tenemos el 6 de enero. El 25 de diciembre es Navidad y, el 6 de enero, es la Epifanía.
 
La Navidad (el 25 de diciembre) es una fiesta de origen cristiano occidental.Parece que en Constantinopla fue introducida en el año 379 ó 380. De un sermón de San Juan Crisóstomo, que en su época fue un renombrado asceta y predicador en su nativa Antioquía, parece que ahí la fiesta se celebró por primera vez el 25 de diciembre del 386. Desde esos centros, se esparció por todo el Oriente cristiano y se adoptó en Alejandría alrededor del 432, mientras que en Jerusalén se asumió un siglo o un poco más después.
Los armenios, sólos entre las Iglesias cristianas antiguas, nunca la adoptaron,y hasta hoy llevan celebrando el nacimiento de Cristo, la adoración de los Reyes y el bautismo el 6 de enero.
 
Por su parte, las Iglesias occidentales fueron adoptando gradualmente la celebración de la Epifanía del este el 6 de enero, y Roma lo hizo entre el 366 y el 394. Pero en Occidente, esta festividad se presentaba normalmente como la conmemoración de la visita de los Reyes Magos al niño Jesús y, como tal, era una fiesta importante, pero no una de las más determinantes. Ello provocaba un fuerte contraste con la posición de la Iglesia oriental, donde sigue siendo la segunda fiesta más importante de la iglesia después de la Pascua.
En Oriente, la Epifanía es mucho más importante que la Navidad. La razón es que la festividad también celebra el bautismo de Cristo en el Jordán y el momento en que la Voz del Padre y el Descenso del Espíritu Santo manifestaron por primera vez a los mortales la divinidad del Cristo Encarnado y la Trinidad de las 3 Personas en un solo Dios.
 
Una fiesta cristiana: Así pues, parece que el 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Cristo no está en absoluto en deuda con las influencias paganas en las prácticas de la Iglesia durante o después del tiempo de Constantino.
Es totalmente improbable que fuera la fecha exacta del nacimiento de Cristo, pero surgió estrictamente de los esfuerzos de los primeros cristianos latinos para averiguar la fecha histórica de la muerte de Cristo.
En cambio, la fiesta pagana que instituyó el emperador Aureliano en esa fecha, en el año 274, no sólo fue un esfuerzo para utilizar el solsticio de invierno con el objetivo de hacer una declaración política, sino que, casi con toda certeza, fue también un intento de dar un sentido pagano a una fecha ya importante para los cristianos romanos. 
 
A su vez, los cristianos podrían más tarde volver a adoptar la fiesta del "Nacimiento del Sol Invicto" para referirse, en memoria del nacimiento de Jesús, a la ascensión del "Sol de la Salvación" o el "Sol de la Justicia".
William J. Tighe recomienda la lectura de Los Orígenes del Año Litúrgico de Thomas J. Talley sobre la historia de la fecha de Navidad y otras fechas litúrgicas. El artículo original en inglés está aquí.
 
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Exorcismos y la mentira del Demonio: Hacer creer que no existe

Exorcismos en el siglo XXI

Cualquier persona que haya leído los evangelios, se da cuenta que para Jesucristo la lucha contra el pecado y contra el demonio es algo primordial, hasta el punto que en todos los sinópticos, pero especialmente en Marcos, los exorcismos cualifican la misión de Jesús.
23/12/14 11:26 AM
Acabo de leer en un periódico un artículo titulado “Exorcismos en el siglo XXI”, del que entresaco los siguientes párrafos: “Cuando pensábamos que el diablo era solamente un personaje de película americana o de Alex de la Iglesia, nos cuentan que en Valladolid han realizado ritos católicos para sacar al maligno, supuestamente, del cuerpo de una chiquilla. Sí, la sombra del oscurantismo es alargada y, aunque parezca mentira, todavía hay personas que creen en los exorcismos y otras que los permiten. Aunque casi nadie tema ya a las calderas de Pedro Botero, aún quedan sacerdotes que practican exorcismos para sacar a los demonios del cuerpo de alguna joven”… “Sí, está muy bien el demonio… en la literatura, pero someter a una joven, además menor, a trece sesiones de exorcismos, me parece de juzgado de guardia. Y es que ahora que se habla tanto de los ultras en el fútbol, el ultracatolicismo hace también mucho daño.

Sinceramente, me parece mucho más hermoso pensar que Dios, si existe, es amor que creer que permite a los demonios meterse en el cuerpo de la gente, para amargarles la vida y robarles la salud”.
Es evidente que como católico, no puedo estar de acuerdo con ese artículo. Cualquier persona que haya leído los evangelios, se da cuenta que para Jesucristo la lucha contra el pecado y contra el demonio es algo primordial, hasta el punto que en todos los sinópticos, pero especialmente en Marcos, los exorcismos cualifican la misión de Jesús. Para Él la existencia del demonio y del infierno es una realidad, como vemos en el episodio del Juicio Final: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el demonio y sus ángeles” (Mt 25,41).

La actitud de la Iglesia Católica actualmente frente al exorcismo la encontramos en el Catecismo de la Iglesia Católica nº 1673, que dice así: “Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del Maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf Mc 1,25-26; etc.), de Él tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar (cf Mc 3,15; 6,7.13; 16,17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne llamado «el gran exorcismo» sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad (cf. CIC canon 1172)”. Es decir, siempre que haya una explicación natural, hay que descartar la sobrenatural. Pero la existencia del Demonio es una constante en la enseñanza de la Iglesia.

Hace unos años, tuve una conversación con el Padre Pilón, jesuíta ya fallecido y muy metido en el mundo de lo paranormal y lo parapsicólogico. Me dijo: “Pedro, dile a tus alumnas que no jueguen al juego del vasito, porque mi amigo el Doctor X, un conocido psiquiatra de Madrid, está hasta hasta las narices de ese juego, porque tiene la consulta invadida por adolescentes como consecuencia de ello. Y es que pueden liberarse unas fuerzas que no sabemos bien qué son, pero pueden resultar peligrosas”.

En un libro del P. Amorth, exorcista de la diócesis de Roma, he leído: “Satanás tiene también un poder extraordinario sobre el hombre. Con este poder puede ocasionar males... que culminan en la posesión. Estos males están dirigidos a un número muy limitado de personas. Pero hoy este número va en aumento porque, dado que cada vez falta más la confianza en Dios, la gente se entrega al ocultismo, al satanismo, a hacer maleficios o consagraciones a Satanás”.

Madrid, Barcelona, Milán han aumentado recientemente el número de exorcistas, mientras otros, como el de Copenhague, se quejan que no dan abasto. Por cierto con frecuencia los exorcismos requieren bastante tiempo y los poseídos pueden ser gente de cualquier edad, incluidos niños víctimas de maleficios y magia negra. Personalmente, confesando este verano fuera de España, en Medjugorje, he tenido varios casos de personas, además de distintos países, que me han expresado su preocupación porque en sus familias, personas cercanas a ellos, han empezado a frecuentar círculos de brujos o sospechosos de satanismo, con sus consecuencias de rupturas de familia y posibles posesiones diabólicas. Por supuesto hay que ser cautos, pero el problema es real. La oración y los sacramentos son los mejores medios para evitar que el diablo pueda hacer presa en nosotros.

P. Pedro Trevijano, sacerdote

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Adolescentes e Ideología de género

Conversación con una adolescente

Los hijos son, desde luego, muy queridos por los padres, pero es fundamental que lo sepan, porque se lo dicen sus padres. No nos olvidemos que la adolescencia es una época de grandes cambios y que los adolescentes están muy inseguros y hambrientos de cariño.
10/12/14 4:20 PM
En cierta ocasión, viajando en autobús de Madrid a Logroño, se subieron en Almazán dos chicas adolescentes. Al poco rato sabíamos todos que una de las chicas había suspendido seis, que tenía que estar en su casa en Soria a las diez de la noche (eran las diez y media), y que sus padres no la querían porque al llegar a casa le esperaba una bronca. Entonces intervino un señor mayor y le dijo unas cosas sobre las que pensé: «Estate calladito, que no vas a hacerlo mejor». Recuerdo que le dijo a la chica que la bronca era precisamente una señal que sus padres la querían. Si tú a tus padres no les interesases y no te quisieran, no te dirían nada, porque para ellos es mucho más fácil y cómodo no decirte nada, pero afortunadamente para ti no es así.

Siempre he pensado que lo que los padres pueden hacer por sus hijos son fundamentalmente tres cosas: sus consejos, pero aunque sean buenos hijos, a partir de la pubertad no sirven de mucho, aunque siempre hay que darlos, aunque les llamen cansos, pero para poder decir a sus hijos. «te avisé». Las otras dos cosas son su oración, con un efecto muchas veces no visible, pero real, y su buen ejemplo. Oración y buen ejemplo se juntan de modo muy especial en la Misa y sobre todo en la Misa y muy especialmente en la Eucaristía.

Los hijos son, desde luego, muy queridos por los padres, pero es fundamental que lo sepan, porque se lo dicen sus padres. No nos olvidemos que la adolescencia es una época de grandes cambios y que los adolescentes están muy inseguros y hambrientos de cariño, por lo que es necesario darles una buena inyección de autoestima. Para ellos es necesario conocer que son muy importantes para sus padres y que éstos están accesibles y a su disposición. El cariño hacia los educandos es la única receta universalmente válida en educación. Aunque a veces sea desesperante y difícil el trato con ellos, pues su inseguridad les lleva a la reacción contraria de creerse ya autosuficientes, es una de las épocas en que más necesitan nuestra ayuda en forma de escucha y diálogo, especialmente las chicas con su madre. También, aunque a veces haya que reñirles y castigarles por lo que hacen mal, es muy conveniente premiarles y decirles que nos hemos dado cuenta de lo que hacen bien. Los adolescentes son una caja de sorpresas y, a veces, cuando esperas una respuesta positiva de ellos, te fallan lamentablemente, pero también, y creo que en más ocasiones, te sorprenden muy agradablemente.

Conviene, a su vez, que los padres sepan que son queridos por sus hijos, más de lo que ellos a menudo piensan. La mayor parte de los adolescentes tienen un gran cariño hacia sus padres, se saben queridos y están orgullosos de ellos, conformes e incluso agradecidos con la educación que reciben, aunque, con frecuencia, les da vergüenza manifestar externamente su cariño. Más de una vez les he preguntado que si tuviesen un hijo de su edad, cómo lo educarían. La respuesta casi siempre es: más o menos como a mí. Sólo hay un punto en que el desacuerdo es radical, y se da en todos los países: la hora de llegar a casa. Ahí el desacuerdo es radical, pero es que ahí quieren ser jueces y parte. Para los hijos es preciso que se den cuenta que la confianza se gana y hay que merecerla.

Me estoy refiriendo a padres y familias cristianas. Pero lo que me aterra, es lo que espanta a tantos abuelos en el confesionario. Muchos de ellos me dicen: «he procurado educar a mis hijos cristianamente. Son honrados, tienen grandes valores humanos, pero la Iglesia no la pisan». Es muy fácil que esos padres que tan solo educan a sus hijos en valores humanos, se encuentren que sus hijos no tienen, por supuesto porque así lo han querido ellos, valores cristianos, pero tampoco valores humanos, tanto más cuanto que si te descuidas, se está enseñando a los niños y adolescentes la diabólica pero legal ideología de género, con su total inversión de valores, que favorece la fornicación y el crimen del aborto, mientras condena el matrimonio monogámico y la familia. Un ejemplo de esta lucha contra nuestros valores es el impuesto del IVA: los pañales de niño tienen un impuesto del veintiuno por ciento, los preservativos del diez por ciento y la píldora abortiva del día después el cuatro por ciento. Eso es lo que podemos esperar de nuestras autoridades, lo que no deja de ser un motivo más para que los padres no descuiden la educación de sus hijos.

P. Pedro Trevijano, sacerdote

lunes, 15 de diciembre de 2014

Ricardo De La Cierva - La Infiltración, su libro y una entrevista

diario ya entrevista a ricardo de la cierva a propósito de su último libro sobre masonería, "la infiltración"

"Los masones pueden negar que son masones, y yo creo que ZP es masón aunque él lo niegue"

De la Cierva, en un momento de la entrevista
Rafael Nieto. 15 de diciembre.
Después de más de 150 libros de Historia, nuestro protagonista conoce todos los secretos de la piel de toro, de su pasado y de su presente. Ahora, ha querido ofrecer una visión nada conocida sobre la masonería: su capacidad para infiltrarse en la Iglesia y en el mundo católico en general. Nos recibe en su casa, y demuestra enseguida que, con 82 años y toda una vida dedicada al estudio, se puede tener una memoria a prueba de bombas. 

¿Cómo entra el marxismo en la Iglesia en España?

El marxismo se extiende por toda América del Sur, pero también en América del Norte, esto es muy importante. La penetración del marxismo en América del Norte en las universidades es muy importante, hay peligro de que toda América del Norte caiga en poder del comunismo, y en la iglesia norteamericana la penetración también es enorme. Cuba se convierte gracias a Fidel Castro, que había sido católico, que hace su rebelión contra el General Baptista en nombre del catolicismo y con el rosario al cuello en la capital de Cuba, en La Habana, pues nada más tomar el poder se declara formalmente comunista y quiere convertir a Cuba y lo consigue en un régimen comunista anticapitalista. Claro, que está apuntando ya con misiles soviéticos en la época de Kennedy al corazón de EEUU, que está a 90 Kilómetros. Desde Cuba el marxismo salta a toda Hispanoamérica, es fortísimo en Brasil, donde se crea el movimiento Comunidades de Base, que es un movimiento comunista. En Chile, donde un jesuita, el padre Gonzalo Arroyo crea el movimiento Cristianos por el Socialismo que inmediatamente se transplanta a España cuyo jefe es un jesuita famoso, el padre José María de Llanos, que había sido fascista y se hace comunista. Yo era íntimo amigo del padre Llanos, y me produjo una auténtica convulsión que se hiciera comunista..., me tiraba los tejos desde todos los medios en que colaboraba que eran muchos, y claro yo le dije que no, que una cosa era la amistad personal, que yo siempre respeté y me parecía además que era un buen hombre, y tenía cualidades estupendas. Pero un jesuita comunista es como un San Estanislao con una metralleta, ¡que no, que eso es un disparate, que no puede ser…! Pero no fue solamente el padre Llanos, fue un núcleo importante de la Compañía de Jesús que en España, Norteamérica, Holanda y en otros países de la Europa no comunista publican manifiestos comunistas, que yo denuncio en mis libros con sus nombres y apellidos, con sus fechas. Y de todo esto la gente no se entera. Y ya el colmo de los colmos es cuando en 1983, un jesuita muy importante, el padre José María Martín Patino, que ha sido el vicario político del Cardenal Tarancón durante muchos años y que por tanto tiene una influencia enorme en la Iglesia española, pronuncia una conferencia a la cual yo asisto en el Club Siglo XXI de Madrid, seis años antes de la caída del Muro (pero todavía no había caído), dio una conferencia en la que dice con toda claridad que la Iglesia española "tuvo una influencia directa en la Transición desde el franquismo autoritario hasta la democracia burguesa (yo no he formado parte de esa democracia burguesa, y yo no lo concebí nunca como una democracia burguesa, sino como una democracia, sin más), y esa misma Iglesia tiene que capitanear la segunda transición desde la democracia burguesa hacia la democracia socialista". ¿Cuál es la democracia socialista? La de los países del Este, es decir España se va a convertir en una república popular, eso lo dice un señor que tuvo una influencia enorme en la Iglesia española, porque controlaba la actividad política del Cardenal Tarancón, que a su vez era presidente de la Conferencia Episcopal, y una persona de influencia enorme en la Iglesia española. 


Su libro pone mucho énfasis en la Compañía de Jesús, y por ejemplo se dedican bastantes páginas al padre Arrupe…

Yo conocí al Padre Arrupe, era un buen hombre, era un santo. Yo estoy convencido de eso. Arrupe, al que conocí cuando vino de Japón, después de comportarse heroicamente con la bomba atómica, era médico de carrera, había sido discípulo del Doctor Negrín en la Facultad de Medicina de Madrid y luego completó estudios en EEUU y siguió su carrera jesuítica. El Padre Arrupe era un iluminado, yo hablé con él a fondo y yo le tenía un aprecio personal muy grande. Yo fui alumno del Colegio Areneros de los jesuitas, y allí llegó el padre Arrupe, nos dio una conferencia emocionante sobre la bomba atómica, y yo le conocía y le estimaba mucho. Lo que pasa es que era un “iluminao”, él estaba convencido de la victoria final del comunismo en el mundo, pero él solo no, también algunos papas. Juan XXIII y Pablo VI llegaron a estar convencidos de que el comunismo se iba a imponer y entonces con muy buena intención dijeron "bueno, pues que no nos coja a nosotros de vacío, vamos a preparar el terreno para un mundo comunista". Y ¿cómo puede la Iglesia convivir con un mundo comunista?. Ellos no tuvieron la fe que tuvo Pío XII y que después tuvo Juan Pablo II, pero entre Pío XXII y Juan Pablo II hay un "vacío de poder" con el intervalo brevísimo de Juan Pablo I, que estaba muy en contra de todo aquello como es natural, pero que vivió 30 días de Papa nada más. Entonces con esa condición intentaron hacer convivir a la Iglesia con el comunismo. Lo que pasa es que entonces, vino un papa que había experimentado en su propia carne lo que era un régimen comunista en Polonia y la llegada providencial del Juan Pablo II salvó a la Iglesia católica y Juan Pablo II tiene una famosísima encíclica “Dominum et vivificantem” sobre el Espíritu Santo, en la que no solamente condena el marxismo, cosa que no habían hecho los papas anteriores, pero lo que hace es que declara que el marxismo es pecado contra el Espíritu Santo, que según dice el propio Cristo en el Evangelio, en tres de los cuatro evangelios, el pecado contra el Espíritu Santo no se perdona en esta vida ni en la otra, es el pecado más grave que hay, es el desprecio de Dios hasta llegar a la negación de Dios, porque es el ateísmo. Bueno, entonces Juan Pablo II publica esta encíclica, y se opone al comunismo en su patria, salva a Polonia del comunismo, la saca del comunismo, sufre un atentado organizado por la Unión Soviética clarísimamente, aunque luego por contubernios con la CIA se echa tierra encima sobre esa autoría. Pero ese es un atentado comunista sobre la vida del Papa, se salva milagrosamente porque hay una monja que aparece allí y desvía el tiro, y además era el día de la Virgen de Fátima, a la cual era muy devota el Papa Juan Pablo II, y salva a la Iglesia del comunismo, pero eso no quiere decir que no siga existiendo el marxismo. Y sigue existiendo en un país que está a la cabeza del mundo por población y por potencia industrial y económica porque está igualando a EEUU, es China. Y eso de que China es un marxismo descafeinado hay que tomarlo con mucho cuidado, porque es el marxismo leninismo maoísmo, que es igual, que es tan expansivo como el marxismo leninismo aunque tenga una cobertura burguesa de la economía. Es un engañabobos, porque no han renunciado nunca al comunismo.

No sé si es correcto decir que la vía de infiltración del marxismo en el mundo católico se llama teología de la liberación…

La teología de la liberación fue un episodio que yo viví intensamente, y fui la primera persona que se opuso frontalmente a la teología de la liberación. Yo empecé mis obligaciones sobre este tema pues en el año ´85 en dos largos artículos de ABC que se llamaban "La Teología de la Liberación desenmascarada". Se produjo una polémica tremenda, se metió conmigo el pobre Padre Martín descalzo, que no tenia ni idea que qué iba el asunto, pero controlaba el ABC, que era muy importante. Gracias a Dios, a mí Luis María Ansón me respaldó totalmente, y me dio la razón…, hice dos artículos de diez páginas cada uno, que no era normal, en la Semana Santa de 1985, y luego hice una serie de libros que son cinco ó seis, que tratan este tema. Para mí ha sido una gran alegría que el ABC, que no siempre ha comulgado con mis ideas, ahora el suplemento Alfa y Omega me hace un comentario de Miguel Ángel Velasco, que es una autoridad en el catolicismo español y dice que está completamente de acuerdo con lo que dice mi libro. Yo se lo agradezco mucho porque es un reconocimiento muy noble que le honra a él y a mí.

¿Cómo es posible que la teología de la liberación tenga tanta aceptación y que haya cristianos que todavía caigan en ella?

Hay muchísimos católicos que están convencidos de las bondades de la teología de la liberación. La teología de la liberación no es más que el marxismo aplicado a la Teología, lo dijo Juan Pablo II en varias ocasiones sobre todo con su principal mentor para estos temas que era el Cardenal Ratzinger, hoy Benedicto XVI, que condenan formalmente antes de la caída del Muro del Berlín. En España había una parte importante del clero y de los religiosos que estaban a favor de la teología de la liberación, que es algo contradictorio, es como la teología interpretada en clave masónica. La masonería es esencialmente anticristiana, usted no puede ser cristiano y masón. Bueno, hay muchos cristianos masones, sí, y tienen algunos muy buena voluntad, también, pero hay una documentación pontificia clarísima diciendo que es imposible. Y lo mismo el comunismo, que por esencia misma es ateo y es enemigo de la religión. Carlos Marx era un ateo que basó en su ateísmo todo su sistema.

Le hemos escuchado contar una anécdota sobre su nieto, y su particular definición acerca de lo que es la masonería…

Mi nieto es un chico de 15 años y casi dos metros de altura, un gigante, un chico listísimo, y participa en las conversaciones familiares, y se va enterando, es más listo de lo que creíamos, y entonces hablando nosotros de los libros y de lo que son las cosas, él preguntaba mucho quiénes son los “masoneros”, luego ya los masones, quiénes son…, bueno pues, yo no le dije nunca una definición redonda, pero él, de lo que repetíamos en casa, cuando un amigo suyo le dijo que iba a ir a  un colegio determinado, mi nieto me lo contó a mi, y yo le dije: "Diles, a tu amigo y a sus padres, que es un colegio masónico". Y entonces él le dijo a su amigo que le iban a llevar a un colegio masónico, y su amigo le preguntó qué es la masonería, y mi nieto contestó muy serio, de una manera muy segura: "La masonería es una secta satánica que tiene como clave y fundamento la hostilidad contra la Iglesia católica". Yo nunca le había dicho eso, es verdad pero nunca se lo había dicho, yo le había hablado de la masonería, de la masonería en la Iglesia, de que es contraria al catolicismo y al cristianismo...La masonería, que fue cristiana en sus orígenes pero a partir de principios del siglo XVIII se hace anticatólica primero y luego anticristiana, y hoy día incluso un ateo puede ser masón, y hoy hay grandes logias masónicas que han quitado al gran arquitecto del universo, la masonería es pagana, es gnóstica, es lo mas anticristiano que cabe, la masonería actual, la anterior no. La de los constructores de las catedrales, la masonería operativa era cristiana, pero eso era en el siglo XIII y XIV que era cuando había masonería, alguien la remonta a épocas anteriores, puede haber antecedentes en Roma…, pero yo no voy a entrar en eso. A mi me importa desde la Edad Media. Hay una cosa que para mí es definitiva: yo he estudiado la masonería por dentro, he estado en las logias, he hablado con los masones, he escrito muchos libros, he descubiertos los rituales masónicos, que es muy importante….Alguien que hable de la Iglesia católica tiene que empezar leyéndose el evangelio, pues en este caso hay que estudiar el “evangelio masónico”, los rituales, lo que ellos rezan…, lo que ellos repiten en sus tenidas. Yo los he traducido del inglés antiguo, los he publicado en España, en un libro mío que se llama “El triple secreto de la masonería”, y allí está completamente claro. Esa masonería que fue cristiana hasta el siglo XVII y XVIII, a partir de ese siglo cae en manos de protestantes hugonotes, y se hace anticatólica primero y luego anticristiana. En los rituales antiguos la masonería tiene oraciones preciosas a Cristo, a Dios, a la Santísima Trinidad. a la Virgen María, oraciones preciosas, totalmente cristianas…Hoy, en las constituciones masónicas, se nombra una sola vez a Dios llamándole “El Gran Arquitecto del Universo”, pero eso ya no esta vigente en buena parte de la masonería. Dios no tiene nada que ver con la masonería. 

¿Cómo consigue la masonería infiltrarse en la Iglesia católica?

Solicitando a personas de cierta influencia, incluso en la Iglesia, que ingresen en la masonería. Yo sufrí esa experiencia, a mí me lo han pedido dos veces en mi vida, que me apunte, y les he dicho que se fueran a la porra, que no. Yo conozco la masonería en mi familia, mi abuelo Juan de la Cierva de Peñafiel, que fue ministro de Alfonso XIII, fue masón en su juventud, hasta los 30 años cuando fue alcalde de Murcia, y entonces él era republicano y masón, luego monárquico y masón, pero cuando llegó la hora de casarse a los 30 años, se casó con mi abuela que tenía 15, era normal en aquella época casarse tan jóvenes, y mi abuela, que era una chica cartagenera pero de origen catalán, Codorniu Bosch de apellido, le dijo a mi abuelo que para casarse con ella había una condición previa: renunciar a la masonería solemnemente, como se hacía entonces. Y en la iglesia de San Nicolás de Murcia mi abuelo renunció a la masonería, quiero decir que eso lo he vivido, yo no me he enterado hasta mucho después, mi familia lo negaba, pero yo descubrí los documentos, y tuve que aceptarlo. Él dejó de pertenecer y, según los rituales de la masonería, fue maldito por la masonería hasta la tercera generación, yo soy la tercera generación, a lo mejor me toca algo todavía de la maldición, me tiene completamente sin cuidado. Me parece absurdo, la masonería es el paganismo moderno, es atea pero además pagana, que es mucho peor, es una reproducción de lo que fueron las corrientes gnósticas en los tres primeros siglos de la Iglesia católica, era el paganismo que se resistía a la irrupción del cristianismo, a través de la gnosis que era el conocimiento en griego y que era una perversión del cristianismo, eso es la masonería en este momento.

Una de las características y de los peligros de la masonería es que, hasta cierto punto, es invisible socialmente…, pero ¿puede decirse que EpC, la asignatura impulsada por el Gobierno socialista, es una materia masónica?

Bueno, la Epc es un proyecto masónico. El autor de la asignatura, la entidad que ha dado a luz ese engendro, pero ya desde la Segunda Republica, es la sociedad masónica “Cives”, que es ciudadano en latín. Es una logia masónica, una gran logia que ha intentado descristianizar a la Iglesia católica y acabar con ella, entonces la Epc es “Educación para la ciudadanía masónica”. Hay un padre jesuita, Pedro Álvarez Lázaro, Catedrático de Historia en la Universidad de Comillas, y miembro de la masonería que tiene un libro que se llama “La masonería y la educación del ciudadano en el siglo XIX”, o algo así. La masonería es el gran medio educativo para crear ciudadanos masones. El método es infiltrarse, incorporar a personas que puedan tener influencia en la sociedad, ellos dicen que nunca piden a nadie que entre…, mentira, a mí dos veces. Y además por carta de dos importantísimos masones, a los que agradecí mucho su deferencia porque yo soy una persona educada y algo verán en mí cuando creen que puedo entrar en su orden, pero les dije que era absolutamente católico y por tanto enemigo de la masonería. Ellos decían que no tenía nada que ver, que podía ser católico y masón, pero eso lo dicen ellos, pero la Iglesia católica no lo dice. 

¿Se puede decir, entonces, que estamos en manos de un gobierno masónico?

Claro, yo publiqué un libro hace dos años, el anterior a éste, que se llama “Zp, tres años de gobierno masónico”, los tres primeros años y los siguientes han  sido de un gobierno masónico. El ha negado que lo sea, pero yo lo dije y lo demostré, hubo dos importantes logias masónicas, una europea y otra en Nueva York, la logia “Fraternidad Hispánica”, que confirma algo, que Zp era masón; él, en un libro de Suso del Toro que le ha hecho una biografía recientemente, correctamente lo niega, dice que yo he salido por los cerros de Úbeda, y se me ha ocurrido decir que es masón, él dice que no lo es, que si lo fuera lo diría…Bueno, pues lo es, yo creo que lo es. Los masones pueden negar que son masones, sobre todo si pertenecen a alguna logia encubierta, como es el caso del ZP, pero bueno, si a mí me es igual que sea o no sea masón, creo que lo es, pero lo importante es que hace un gobierno masónico. Si su ministra de Educación, que es una señora que se llama Cabrera Calvo Sotelo, dos ilustres apellidos de la ciencia y de la política española, pero que está haciendo una política masónica en el Ministerio de Educación, pero ya digo que esta EPC, a parte de ser un rollo y una tesis aburridísima, el daño que puede hacer es muchísimo. Hay un movimiento fuerte de objeción en los colegios contra la Epc, porque es un intento de crear una moral que el Estado no es quien, me parece muy bien que haga lo que quiera, pero que no intente crear una moral, que cree una política que es la función del Estado, o del Gobierno, pero que no cree una moral, la moral es una cosa de tipo personal y de tipo religioso.

(Fin de la primera parte)

Texto extraido de: http://www.diarioya.es/content/los-masones-pueden-negar-que-son-masones-y-yo-creo-que-zp-es-mas%C3%B3n-aunque-%C3%A9l-lo-niegue#

domingo, 14 de diciembre de 2014

Simón Bolívar, el masón y su religiosidad

Simón Bolívar: su política religiosa

            En los cortos años de su vida, Bolívar dio un giro ideológico completo, merced a su poderosa inteligencia.
             Sabido es que en su infancia, adolescencia y juventud padeció el influjo nefasto de su preceptor Simón Rodríguez (1771-1854). Por lo tanto, de inicio, cabe esclarecer algo la personalidad de este sujeto extravagante, tan ponderado por la historiografía al uso.
            Rodríguez (que se llamaba Carreño, y solía firmar Samuel Robinson), en la apreciación de Salvador de Madariaga, “vagó por dos mundos, viviendo del oficio de Rousseau sin contrato”, y vivió exaltando: “a la rebeldía contra la autoridad, a la anarquía contra el orden, al racionalismo contra la religión, al pensamiento abstracto contra la tradición orgánica”- [1]-.

            Según Marius André, este ayo singular, al modo de Rousseau, creyó encontrar en Bolívar a su “Emilio”. Rodríguez, dice, era “un Rousseau tropical…un verdadero vagabundo…mitad cínico, mitad loco…como al ginebrino lo atormentaba la manía persecutoria”. Un farsante, que cree que él “es el genio más grande de América y así lo consigna en su Apología”. Conforme a la pedagogía de “El Emilio”, Rodríguez no enseñó ningún saber positivo a su discípulo, al punto que cuando el joven mantuano viajó a España en 1799, ignoraba- entre otras tantas otras cosas- las reglas ortográficas- [2]-.

            Una anécdota que pinta a Rodríguez de cuerpo entero ocurrió en Bolivia, cuando esta república fue presidida por el Mariscal Antonio José de Sucre. Rodríguez allí (haciéndose llamar Samuel Robinson) se instaló en un centro educativo en Chuquisaca. Procedió a enseñar anatomía desnudo, propaló “ideas extravagantes”, y aseguró que: “antes de seis meses no queda en Bolivia restos de la religión de Jesucristo”. Sucre, por supuesto, lo echó. Entonces: “el caraqueño anduvo vagando…Tuvo amantes indígenas, en quienes dejó hijos”. Los abandonó para irse a Chile primero, y, después al Perú, donde se transformó en indigenista- [3]
-. En suma, cual lo apunta Marius André, don “Samuel”: “como todos los demagogos que disfrutan de una partecita de autoridad pública, se hace insoportable, duro, tiránico con sus subordinados…Sucre da el nombre de “francesadas” a las extravagancias pedagógicas, financieras y sociales de Rodríguez”- [4]-.

            Pues, merced a tan exótico pedagogo, el joven Simón Bolívar se convirtió en un liberal completo. Rodríguez, después, le hizo leer a Voltaire, Montesquieu y Rousseau. Sobre todo a este último; así, en “las obras filosóficas del “ciudadano de Ginebra” vio de nuevo las teorías preferidas de su maestro”. Juan Jacobo se convirtió, de esa forma, en su “lectura favorita”. De ahí que un biógrafo liberal de Bolívar, el francés Jules Mancini, acote:

“el influjo de Rousseau sobre la juventud que llevó a cabo la influencia sudamericana fue tan efectivo y duradero como el que ejerció sobre los hombres de la Revolución francesa…Nunca se dirá lo bastante hasta qué punto ha tenido consecuencias sobre la formación del mundo moderno el “fenómeno histórico” que fue Rousseau” [5].

En esa órbita de ideas se explica en el joven Bolívar el muy citado “juramento del Monte Sacro” de Roma, su liberalismo exaltado y su afiliación a la Masonería.
 Pero pronto, la lección de la experiencia revolucionaria en Venezuela y Colombia, irá despegando a Bolívar de semejante formación juvenil.
 Ya el 13 de junio 1821, dirigiéndose a Santander, consignará su opinión contraria a los doctrinarios liberales- [6]-. En otra misiva, remitida al mismo destinatario, en 1822, se apartará de los principios igualitarios franceses- [7]-. Ya no cree en la retórica revolucionaria. “El único modo de gobernar América- le manifiesta a Buchet Martigny- es la influencia personal”. A Santander (quien se inclina al liberalismo), el 14 de octubre de 1826, le expresará: “Jamás la división del poder ha establecido ni conservado un Gobierno; sólo su concentración puede hacer respetable a una nación”. Para rematar ese desapego a las teorías de Montesquieu, el 4 de julio de 1826: “Digo más- le indica a Santander- estamos ya hartos de leyes”. Evolución antiliberal que resumirá el 28 de agosto de 1828 con las siguientes fórmulas realistas:

“Yo creo que el nuevo Gobierno que se dé la Repúblicadebe estar fundado sobre nuestras costumbres, sobre nuestra religión y sobre nuestras inclinaciones, y últimamente, sobre nuestro origen y sobre nuestra historia” [8].

Edmund Burke, en sus “Reflexiones sobre la Revolución Francesa”, no lo podría haber dicho mejor.
 Empero, en 1828, ya estamos entrando en el momento del gran cambio ideológico que marcará los últimos años de Bolívar.
 Es que, cual lo apuntara el gran ensayista peruano Víctor Andrés Belaúnde, “hay dos Bolívares, no sólo distintos, sino a veces opuestos”- [9]-.
 Se trata de la etapa que va de 1828 a 1830, que denominara “La Dictadura”, que se gesta a partir de la sanción de la Constitución con Presidente Vitalicio, de Bolivia, y con el Congreso de Ocaña. Es el gran período bolivariano. Marius André lo pinta así:

“Nos hallamos en el período más noble y más patético de su existencia, el que más ha merecido la admiración y el reconocimiento del mundo civilizado, particularmente en América. Sin embargo, es precisamente cuando la mayor parte de sus panegiristas americanos hablan sin entusiasmos, si es que no lo escamotean. Tienden un velo vergonzoso sobre este Bolívar de 1828” [10].

Esta es la época en que el ex-romántico viene a coincidir con el clásico San Martín, desaparecen aquellas diferencias del tiempo de Guayaquil, y aún sobrepasa al otro Libertador en osadía política tradicionalista.
 De 1828 en adelante Bolívar, en cartas y discursos no se cansará de condenar el democratismo liberal-[11]-. Él ya sabe, asevera Víctor Andrés Belaúnde, que como diría Maritain, “el democratismo hace imposible toda obra de continuidad”. De ahí que Marius André pueda, con toda razón asentar estas conclusiones:
 “La evolución está acabada, completa, perfecta. Bolívar abre desmesuradamente los ojos ante la terrible lección de los hechos; maldice los principios y los sofismas que arruinan los pueblos, hacen correr mares de sangre y harán que sigan corriendo. Empuñada de nuevo la dictadura, en un momento de energía, el Libertador va a tratar de salvar la República colombiana; pero aplicando los principios de una implacable reacción” [12].
 La experiencia de los hechos políticos lo había curado totalmente de la funesta educación que le propinara Simón Rodríguez. Por eso, en el último mensaje al Congreso colombiano, el 24 de enero de 1830, consignará:
 “Permitiréis que mi último acto sea encomendaros que protejáis la religión santa que profesamos, fuente profusa de las bendiciones del Cielo”.
 Con cierto cinismo Salvador de Madariaga lo apostilla de esta forma:

“El Bolívar de antaño iluminaba sus saturninas ambiciones con la luz abstracta de los cielos de Rousseau…preconizaba en 1830 “la religión santa que profesamos” como la salvación de Colombia. Esta evolución…se debe en parte a la experiencia, pero en parte también a que el republicanismo y la irreligión de sus primeros días no eran del todo sinceros. No pasaba todo ello de ser una vestimenta retórica que Simón Bolívar había adoptado de Simón Rodríguez…Con la experiencia, se le había ido aflojando toda esa estructura. En suma, Bolívar abrigaba dudas sobre la utilidad del aparato republicano liberal…A medida que los cielos abstractos de su intelecto se le iban oscureciendo con el atardecer de la vida, la tierra ancestral lo iba atrayendo hacia su pasado. Sus cartas (bien leídas, la verdadera historia de su espíritu) revelan cómo iba aprendiendo gradualmente la sabiduría que celaban muchas instituciones y tradiciones del régimen español” [13].
 
Los cierto es que Bolívar ya era antiliberal por completo; como cinco años antes lo había sido San Martín- [14]-.
 Pues, esa evolución política general fue acompañada de una política religiosa adecuada.
 En breve síntesis, vamos a enumerar algunas de las medidas adoptadas en esta materia por don Simón Bolívar.

  1. “Bolívar defensor de la Iglesia- “el Gobierno no omitirá medio alguno de los que sean conformes con las máximas evangélicas, para proteger el esplendor de la Iglesia y evitar que sean escarnecidas sus instituciones y vejada la dignidad del Augusto depositario de sus llaves” (carta al Ilmo. Juan Muzi, de orden de Bolívar, escrita por el Ministerio del Perú).
  2. A la señora María Antonia Bolívar, su pariente, escribe desde Potosí, 27 de octubre de 1825:
“Me alegra mucho de que los clérigos me esperen con impaciencia como tú dices. Puedes asegurarles que protegeré la religión hasta que muera” (Cartas del Libertador, Volumen V, página 147).

 3. Bolívar y la Religión- “La Religión es el gran entusiasmo que yo quiero reanimar para utilizarlo contra todas las pasiones de la demagogia ( Carta a Rafael Arboleda, 28 de junio de 1828).

  1. Al General Páez, escribe el 30 de junio de 1828, desde Bogotá:
 “Mi plan es apoyar mis reformas sobre la sólida base de la religión y acercarme en cuanto sea compatible con nuestras circunstancias a las leyes antiguas menos complicadas y más seguras y eficaces” (CL, volumen VII, p. 338).

  1. Y el 29 de agosto: “Han sido muy bien recibidos (los nuevos decretos) particularmente aquellos que tienen por objeto aumentar nuestras rentas y sostener la religión, como una de las fuertes barreras que puede oponerse al torrente de las pasiones anárquicas y esta persuasión me induce a recomendar a usted la mejor amistad y armonía con el señor Arzobispo” (Otro tanto dice a Cristóbal Mendoza, en carta fechada en Bogotá, el 28 de agosto de 1828).
  2. Mensaje al Congreso Constituyente de la República de Colombia de 1828:
“Conciudadanos: Séame permitido felicitaros por la reunión del Congreso, que a nombre de la nación va a desempeñar los sublimes deberes de Legislador.
Permitiréis que mi último acto sea recomendaros que protejáis la religión santa que profesamos, fuente profusa de bendiciones del Cielo” (“Gaceta de Colombia”, núm. 370, 31 de agosto de 1828).

  1. Proclama del 27 de agosto de 1828:

“Simón Bolívar, Libertador, Presidente de Colombia:
 ¡Colombianos! Me obligo a obedecer estrictamente vuestros legítimos deseos; protegeré vuestra sagrada religión como la fe de todos los colombianos y el código de los buenos”.

 7. Su espíritu de caridad.- Cuartel General de Leiva, a 25 de setiembre de 1819:

“Al excelentísimo señor Vicepresidente de las provincias libres de Nueva Granada:
He visitado, en mi tránsito por esta villa, el Convento de Nuestra Señora del Carmen, que era de Carmelitas descalzas, y me he informado de la escasez y miseria a que están reducidas estas pobres religiosas por faltas de fondos; para aliviarlas he dispuesto que de la renta de aguardiente de esta villa se les contribuya mensualmente cien pesos, entre tanto restablecen sus rentas a un pie que les pueda proveer la subsistencia. Y lo participo a V. E. para su inteligencia y cumplimiento.- Dios guarde a V. E. muchos años- Bolívar”.

 8. Bolívar establece relaciones con la Santa Sede y restaura la jerarquía eclesiástica.

“La obra religiosa más importante llevada a cabo por el Libertador Simón Bolívar…es sin duda alguna, la que realizó para crear las relaciones de la Gran Colombia y del Perú con la Santa Sede y restaurar la jerarquía eclesiástica en las cinco repúblicas que fundara…En 1819, el Congreso de Angostura, a influencias de Bolívar, designó a Fernando Peñalver y a José M. Vargas como agentes diplomáticos ante la Santa Sede y se les dieron instrucciones para tratar de un concordato…En el consistorio del 21 de mayo de 1827, el Papa hacía el nombramiento de siete prelados para la Gran Colombia…El promotor y animador de todos esos nombramientos había sido Simón Bolívar…comunicación que entonces dirigió al Sumo Pontífice León XII, agradeciéndole el nombramiento de Arzobispos y Obispos:
“…Ha cesado esta orfandad en que yacíamos en lo espiritual innumerables personas, y lo deben al Vicario de Jesucristo. Reciba, pues, V. S. la expresión de nuestra gratitud y del pueblo de esta República las más sinceras protestas de su adhesión a la Silla Apostólica y a la Cabeza visible de la Iglesia militante…La Religión se conserva pura y como la recibimos de nuestros padres, por el cuidado, por la vigilancia y protección del Gobierno. Vuestra Santidad debe siempre contar con ella y con nuestra decidida voluntad de sostener el catolicismo en esta República.- Bolívar”.
 9. Bolívar y el Obispo de Popayán.- Extraordinaria fue la conducta del Libertador con el Obispo de Popayán, Salvador Jiménez de Enciso. Con todos los medios a su alcance había sostenido la causa de la monarquía y era furibundo adversario de la Independencia; pero Bolívar actuó con él con tanta habilidad, demostrándole su voluntad y firme decisión de proteger la religión, que lo ganó a su causa y vino a ser uno de sus mejores amigos y entusiasta defensor”.
 10. Bolívar y la educación religiosa.-…”Tomo el mayor interés por el restablecimiento de la religión y de las órdenes monásticas que tanto contribuyen a la civilización de este país y, lo que es más, que trabajan incesantemente en impedir la propagación de los principios que nos están destruyendo y que al fin logran no sólo destruir la religión, sino los vivientes, como sucedió en la revolución de Francia.., sin la conciencia de la religión, la moral carece de base” (Cartas, Vol. VIII, p. 75. Carta de Bolívar al cura Justiniano Gutiérrez, Bogota octubre 1828).
“Los padres de familia no pueden descuidar el deber religioso hacia sus hijos. Los pastores espirituales están obligados a enseñar la ciencia del cielo” (Discurso y Proyecto Constitucional de Bolivia, Bogotá, 23 de enero de 1815).
“Señores del Consejo de Estado: La religión de Jesús que el Congreso de Venezuela decretó como la exclusiva y dominante del Estado…” (Discurso del Libertador Simón Bolívar en la instalación del Consejo de Estado en Angostura, 1 de noviembre de 1817).
“En el espíritu del Libertador la religión debía ir a la base de la enseñanza moral y las obras que pugnaban contra ella debían ser eliminadas. Nos lo demuestra a las claras su decreto del 12 de marzo de 1828, prohibiendo en las universidades de Colombia los tratados de Bentham. Las razones nos la da en su decreto del 20 de octubre del mismo año, cuando su secretario José Manuel Restrepo dice: “S. E. (el Libertador) meditando filosóficamente el plan de estudios, ha creído hallar el origen del mal en las ciencias políticas que se han enseñado a los estudiantes, al principiar su carrera de facultad mayor…también ha crecido sobremanera por los autores que se escogían para el estudio de los principios de legislación como Bentham y otros, que al lado de máximas luminosas contienen muchas opuestas a la religión…
1° Que se ponga el mayor cuidado en el estudio y restablecimiento del latín, que es tan necesario para el conocimiento de la religión y para la bella literatura…
2° Que se cuide que los estudiantes de filosofía llenen la mayor parte del segundo año con el estudio de la moral y del derecho natural…
5° Que desde el primer año se obligue a los jóvenes a asistir a una cátedra de fundamentos y apología de la religión católica romana, de su historia y de la eclesiástica, lo que formará parte esencial de sus cursos en facultad mayor, y durará esta enseñanza uno o dos años…procurando que sea el tiempo bastante para que los cursantes se radiquen en los principios de nuestra santa religión, y puedan así rebatir, por una parte, los sofismas de los impíos, y, por otra, resistir a los estímulos de sus pasiones…y se cuidará mucho de escoger la persona más apta para regentearla, así por sus luces como por su piedad”.
11. Bolívar y las misiones.- “El Libertador al darse cuenta cabal de la necesidad de restablecer las misiones de indios, que las guerras habían destruido, dictó el decreto (del 11 de julio de 1828)…que evidencia su grande interés para que la religión fuese enseñada a los aborígenes” [15].

También castigó públicamente la blasfemia. Como fue el caso de un ex religioso, que en una comida en la localidad de Cipaquirá llegó a blasfemar de la Santísima Virgen María. Luego:

“Oír esto Bolívar, levantarse de su asiento como un rayo, acercarse al ex religioso, dar un golpe terrible en la mesa y decirle:
-          Calle el insolente- fue un solo punto.
-          ¿ Cómo se atreve usted a proferir semejante blasfemia?- agregó del alma y del infierno, pero ya no lo puedo tolerar. Ni a mi mismo padre sufriría que blasfemase de Nuestra Señora.
-          Señor Barriga- agregó dirigiéndose al jefe militar de la plaza- vea usted, cuatro lanceros y que lleven a este insolente y mal educado a Bogotá, y lo entreguen allí al Padre Provincial para que le enseñe la doctrina y algunos elementos de urbanidad” [16].


He aquí algunos actos que acreditan la política religiosa de Simón Bolívar.

La conclusión adecuada a dichas normas y conductas la colocó el gran historiador peruano Don Víctor Andrés Belaúnde, al señalar:

“Bolívar busca el apoyo del clero y de la masa de la población en que se conservan vivos los sentimientos católicos. Su política es francamente favorable a la Iglesia. Promete proteger la religión del Estado; da un puesto en el Consejo al arzobispo de Bogotá y expide diversos decretos a favor del reclutamiento religioso en atención de revivir las misiones decaídas. Una doble razón llevaba a Bolívar a seguir una nueva política religiosa. Es evidente que la experiencia de tantos años lo debió llevar al convencimiento de que la religión constituía la base más sólida, no sólo de la moral social, sino del orden y de la estabilidad política. Al final de su vida debió convencerse de la inhabilidad del Estado para mantener una alta y viva moralidad, sin la cual la vida política es imposible” [17].

En orden a sus convicciones personales, lo más importante es su Testamento, que en la parte pertinente reza de este modo:

“En el nombre de Dios Todopoderoso. Yo, Simón Bolívar…hallándome gravemente enfermo, pero en mi entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural, creyendo y confesando como firmemente creo y confieso el alto y soberano misterio de la Beatísima y Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y en todos los demás misterios que cree, predica y enseña nuestra Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica, Romana, bajo cuya creencia he vivido y protesto vivir hasta la muerte como católico fiel cristiano…bajo invocación divina, hago, otorgo y ordeno mi testamento en la forma siguiente:
Primeramente, encomiendo mi alma a Dios Nuestro Señor, que de la nada creó y el cuerpo a la tierra de que fue formado, dejando a disposición de mis albaceas el funeral y entierro y el pago de las mandas que sean necesarias para obras pías” [18].

Con esto, creemos, queda bien cerrado el caso de Simón Bolívar.
 Ahora, pasaremos a revistar brevemente las impugnaciones a las citadas políticas religiosas, fundadas en las hipótesis masónicas sobre los Libertadores.


Dr. Enrique Díaz Araujo

[1].- Madariaga, Salvador de, op. cit., t° I, pp. 97-98.
[2].- André, Marius, op. cit., pp. 19, 20, 21, 30. Cfr. Descola, Jean, Los Libertadores, Barcelona, Juventud, 1978, p. 219: “Hasta que fue a España no sabía nada de gramática ni de ortografía”.
[3].- Rumazo González, Alfonso, Sucre. Gran Mariscal de Ayacucho (Biografía), Madrid, Aguilar, 1963, pp. 257, 258, 259, 260 y notas.
[4].- André, Marius, op. cit., pp. 227, 228, 229.
[5].- Mancini, Jules, Bolívar y la emancipación de las colonias españolas desde los orígenes hasta 1815, París-México, Librería de la viuda de C. Bouret, 1914, pp. 130, 151, 116, 117.
[6].- “Por fin han de hacer tanto los letrados, que se proscriban de la república de Colombia, como hizo Platón con los poetas en la suya. Estos señores piensan que la voluntad del pueblo es la opinión de ellos, sin saber que en Colombia el pueblo está en el ejército”.
[7].- “Yo creo que la primera cualidad de las cosas es la existencia, y que las demás son secundarias. Existamos, pues, aunque sea con nuestros defectos y desigualdades”.
[8].- Todas las citas en: Fraga Iribarne, Manuel, Sociedad, Política y Gobierno en Hispanoamérica, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1962, pp. 7, 4.
[9].- Belaúnde, Víctor Andrés, Bolívar y el pensamiento político de la revolución hispanoamericana, Madrid, Cultura Hispánica, 1959, p. 139.
[10].- André, Marius, op. cit., p, 258. Y reitera el concepto en otro libro. “Los escritores americanos- expone- entusiastas de Bolívar, tienden un púdico velo sobre este período”. “¡ Suprimen, entre otras cosas, la parte del testamento de Bolívar, que es una profesión de fe católica”: André, Marius, El fin del Imperio Español en América, cit., p. 159.
[11].- “No hay buena fe en América, ni entre los hombres ni entre las naciones. Los tratados son papeles; las constituciones, libros; las elecciones, combates; la libertad, anarquía, y la vida un tormento” ( Simón Bolívar, “Mirada a la América”, 1829). “Es imposible poder soportar los desdenes injuriosos de tantos liberales del mundo que prefieren los crímenes que trae consigo la anarquía al bienestar y el reposo” (Simón Bolívar, carta al Dr. Castillo, 1 de junio de 1829). “El Libertador está de acuerdo con estas ideas (monárquicas). Dice que el espectáculo de la América española debe haber convencido al mundo entero que la República no era más que anarquía” (Bresson, delegado francés, 6 de junio de 1829). Juan García del Río, ministro de Bolívar, “ya desde sus tiempos peruanos había sido preconizador máximo de la monarquía al lado de San Martín como luego al de Bolívar, y era el autor de las famosas “Meditaciones”, que tanto gustaban a Bolívar, y que no eran sino folletos monárquicos”. Bolívar: “Los jóvenes demagogos van a imitar la conducta sanguinaria de los godos o de los jacobinos para hacerse temer y seguir por la canalla…Esto es único en los anales de los crímenes, y lo que es peor, irremediable”. “Los códigos fabricados por dulces visionarios que, imaginando repúblicas etéreas, han querido elevarse a la perfección política presuponiendo la perfectibilidad del género humano”. “La libertad indefinida y la democracia absoluta son escollos contra los que se han estrellado todas las Repúblicas”. “Nunca ha de olvidarse que la excelencia de un gobierno no consiste en su teoría sino en que sea apropiado a la naturaleza y al carácter de la nación para la cual está instituido”. “No hay que dejar todo al azar y a la ventura de las elecciones: el pueblo se engaña más fácilmente que la naturaleza perfeccionada por la educación”. “Los gritos del género humano en los campos de batalla y en las asambleas tumultuosas, son testimonios elevados al cielo contra los legisladores desconsiderados que se figuran que puede hacerse impunemente ensayos de constituciones quiméricas”. “El gobierno democrático absoluto es tan tiránico como el despotismo”. “La nación más instruida del universo antiguo y moderno (Francia) no ha podido resistir a la violencia de las tempestades inherentes a las teorías puras. Si la Francia europea, siempre soberana e independiente, no ha podido soportar el peso de una libertad ilimitada, ¿ cómo sería dado a Colombia realizar el delirio de Robespierre y Marat? ¿ Se puede siquiera soñar semejante sonambulismo político? Legisladores: ¡ guardaos mucho de ser comparados por el juicio inexorable de la posteridad a los monstruos de Francia!”. “Los demagogos no quieren monarquías ni vitalicios, menos aun aristocracia; ¿ por qué no se ahogan de una vez en el estrepitoso y alegre océano de la anarquía? Esto es bien popular, y por lo mismo debe ser lo mejor, porque según mi máxima, el soberano debe ser infalible”. Carta a Vallarino: “Los pueblos- me dijo- están cansados, no quieren más que paz y orden, porque amigo mío, pensar que las ideas liberales están generalizadas es un error. Hay muchos hombres de juicio que no están por el sistema representativo, porque están persuadidos de que es inadaptable a estos países…aquí los hombres están acostumbrados al sistema español (monárquico), y no hay poder bastante fuerte para contrariar unos hábitos que están arraigados en el corazón”. Al Dr. Vergara, 31.8. 1829: “¡ Ay, amigo mío!, estoy desilusionado con tantas Constituciones: es cosa que está hoy de moda, pero su fracaso se acentúa de día en día”. Textos en: André, Marius, Bolívar y la democracia, cit., pp. 278, 279; Belaúnde, Víctor Andrés, op. cit., p. 384; Madariaga, Salvador de, op. cit., t° II, pp. 456, 516, 448, 522, t° I, p. 519; Bainville, Jacques, Los DictadoresSíntesis histórica y biográfica, Bs. As., Juventud Argentina, 1938, pp. 127-128; Villanueva, Carlos A., op. cit., pp. 165-226.
[12].- Belaúnde, Víctor Andrés, op. cit., p. 23; André, Marius, Bolívar y la democracia, cit., p. 255.
[13].- Madariaga, Salvador de, op. cit., t° II, pp. 481, 482.
[14].- “Yo creo que estamos en una verdadera Anarquía, o por lo menos en una cosa muy parecida. ¡ Carajo con nuestros paisanitos! Toma liberalidad y con ella nos vamos al sepulcro…Un susto me da cada vez que veo estas teorías de libertad, seguridad individual, idem de propiedad, libertad de imprenta, etc., etc.” ( carta a Tomás Guido, 28. 1.1816). “Desorganización y Anarquía…la única provincia y tropa que mantienen el orden y se han liberado del contagio general son éstas (de Cuyo), pero crea Ud. que me ha costado esfuerzos sobrenaturales para conseguirlo, ya empleando un rigor extraordinario ( que mis Paisanos llaman crueldad y despotismo)” ( carta al Comodoro William Bowles, 7. 9. 1816). “Las nociones democráticas han perdido el noventa por ciento del apoyo de los hombres dirigentes” (carta a Lord Macduff, 9. 11. 1817). “Los enemigos que nos van a atacar no se contienen con libertad de imprenta, seguridad individual, idem de propiedad, Estatutos, Reglamentos, Constituciones. Las bayonetas y los sables son los que tienen que rechazarlos” (carta al Director Supremo Grl. José Rondeau, 27.8.1819). “Las agitaciones…hacen clamar a lo general de los hombres…por un gobierno riguroso, en una palabra militar, porque el que se ahoga no repara en lo que se agarra…unos cuantos demagogos, que con sus locas teorías lo han precipitado en los males que lo afligen” (carta a Bernardo O´Higgins, 5.4.1829). En la ciudad de Buenos Aires “se encuentra la crema de la anarquía, de hombres inquietos y viciosos, de los que no viven más que de trastornos, porque no teniendo nada que perder todo lo esperan ganar en el desorden; porque el lujo excesivo multiplicando las necesidades se procura satisfacer sin reparar en los medios…el título de un gobierno no está signado a la más o menos liberalidad de sus principios, pero sí a la influencia que tiene en el bienestar de los que obedecen. Ya es tiempo de dejarnos de teorías, que 24 años de experiencia no han producido más que calamidades. Los hombres no viven de ilusiones sino de hechos. ¿ Qué me importa que se me repita hasta la saciedad que vivo en un país de libertad, si por el contrario se me oprime? ¡ Libertad! Désela Ud. a un niño de dos años para que se entretenga por vía de diversión con un estuche de navajas de afeitar, y Ud. me contará los resultados. ¡ Libertad! Para que un hombre de honor sea atacado por una prensa licenciosa, sin que haya leyes que lo protejan, y si existen se hagan ilusorias…¡ Libertad! Maldita sea tal libertad, no será el hijo de mi madre el que venga a gozar de los beneficios que ella proporciona. Hasta que no vea establecido un gobierno que los demagogos llamen tirano, y me proteja contra los males que brinda la actual libertad…El hombre que establezca el orden en nuestra patria, sea cuales sean los medios que para ello emplee, es el solo que merecerá el noble título de su libertador” ( carta a Tomás Guido, 1.2.1834). “El establecimiento de un gobierno fuerte; o más claro, Absoluto, que enseñase a nuestros compatriotas a obedecer…yo miro como bueno y legal todo gobierno que establezca el orden de un modo sólido y estable” ( carta a Tomás Guido, 17. 12. 1835). “Desengañémonos, nuestros países no pueden ( a lo menos por muchos años) regirse de otro modo que por gobiernos vigorosos, más claro, despóticos…No hay otro arbitrio para salvar un Estado que tiene (como el Perú) muchos Doctores…que un gobierno absoluto”( carta a Tomás Guido, 26. 10. 1836). “Los revolucionarios de profesión… una minoría imperceptible y despreciada por sus máximas subversivas de todo orden…Las máximas de odio infiltradas por los demagogos…acompañada de la propaganda revolucionaria, medio funesto” (carta a Ramón Castilla, 11 setiembre de 1848). San Martín fue siempre monarquista, hasta 1846, cuando en carta al Grl. chileno Francisco Antonio Pinto, del 26.9.1846, ante la experiencia única del portalismo, le expresa: “Tiene usted razón; su afortunada patria ha resuelto el problema (confieso mi error: yo no lo creí) de que se pueda ser republicano hablando la lengua española”: textos en: Díaz Araujo, Enrique, Don José y los chatarreros, cit., pp. 202, 207-217. Republicano, pero antiliberal.
[15].- Nectario M., H., op. cit., pp. 8-27.
[16].- Nectario M., H., op. cit., p. 36.
[17].- Belaúnde, Víctor Andrés, op. cit.,pp. 374-375. Gabriel García Márquez, destaca que lo “acusaban de ser veleidoso…de que había sido masón y leía a Voltaire en misa, pero era el paladín de la Iglesia”: El general en su laberinto, Bs. As., Sudamericana, 2007, p. 192.
[18].- Nectario M, H., op. cit., pp. 41-42. Esta parte, que es “una profesión de fe católica”, fue suprimida por los historiadores liberales: André, Marius, El fin del imperio español en América, cit., p. 159, nota 1.

Extraido de: http://infocatolica.com/blog/notelacuenten.php/1412070227-san-martin-y-bolivar-su-polit#more27198