(Portaluz/infoCatólica) Portaluz
tuvo el privilegio de publicar a comienzos de este año una entrevista a
esta influyente intelectual. Ahora gracias al periodista Benjamín Vail
(ofs) accedemos a un nuevo diálogo -difundido en inglés por CWR- que ocurrió durante la visita de Gabriele Kuby a la República Checa.
Apoyándose en el nuevo libro de Kuby (ya traducido a varios idiomas)
«La Revolución Sexual Global: La destrucción de la libertad en nombre de la libertad», Benjamín se adentra en pedirle que devele las intenciones finales de quienes buscan globalizar la ideología de género…
Para poner al día a nuestros lectores, ¿Podría por favor resumir la tesis principal de su nuevo libro?
Después de mi conversión a la fe católica, dada mi experiencia en el
estudio de la sociología y el interés por los acontecimientos políticos y
sociales, comencé a darme cuenta que la sexualidad es el tema de
nuestro tiempo. Vivimos en una época en que las normas sexuales -como
nunca antes en la historia de la humanidad- están siendo transformadas
poniéndolas completamente de revés. Ninguna sociedad había hecho esto.
Ninguna sociedad había dicho alguna vez: «Vive tu impulso sexual como
quieras». Pero nuestra sociedad lo hace. Creo que este enfoque de la
sexualidad es un ataque medular contra la dignidad del ser humano y la
sociedad en su conjunto, ya que si una sociedad abandona su moralidad en
general -especialmente en el área de la sexualidad-, cae en la
anarquía, en el caos y esto puede dar lugar a un nuevo régimen
totalitario liderado por el Estado.
Un tema principal en su libro es la «transversalidad de género»
(mainstreaming de género) ¿Puede usted educar a nuestros lectores sobre
este concepto y explicar por qué lo califica de dañino?
«Gender» era un término gramatical usado para diferenciar el género,
antes de que fuera utilizado en la agenda política. Las feministas
radicales descubrieron esta palabra y la usaron para crear una nueva
ideología. Me maravilla la estratégica visión de futuro... saber que
usted necesita un término para promover una nueva idea, y este término
que eligieron es: «género». Género ahora significa que hay un «sexo
social», que puede diferir del sexo biológico. Por supuesto existen
diferencias culturales e históricas en las formas en que pueden vivirse
la masculinidad y feminidad. Pero la teoría feminista refiere que el
sexo es una construcción social que puede ser diferente del sexo
biológico y que de hecho, no tiene por qué ser idéntica al sexo
biológico. Sucede que si renunciamos a nuestra identidad como hombre o
mujer, y decimos que no hay tal identidad, entonces, como consecuencia,
todo el orden sexual se derrumba y cualquiera puede tener sexo con
cualquiera. Porque este movimiento no reclama sólo que se respete un
planteamiento teórico, sino una práctica: No hay dos sexos, o dos
géneros -dicen-, sino muchos géneros… hombres y mujeres heterosexuales,
homosexuales, bisexuales, transexuales, transgénero, intersexuales y
personas queer («queer» es un término que usan para cualquier tipo de
desviación sexual de la heterosexualidad).
La teoría de género dice en definitiva que nuestra orientación sexual
es el principal criterio para nuestra identidad. Y el valor principal
por el cual se promueve esa teoría, es la libertad. Nuestra sociedad
hiper-individualizada reivindica que somos libres para elegir nuestro
sexo, ser hombre o mujer, pues esta sería nuestra libertad para elegir
la orientación sexual que deseemos. La teoría de género nos dice que la
sociedad no sólo debe tolerar, sino aceptar positivamente cualquier tipo
de orientación sexual. Pero, en realidad, la heterosexualidad es la
condición natural de la existencia humana, y más del 97 por ciento de la
población de esta tierra es heterosexual y tiene un rechazo instintivo a
la homosexualidad. Por ello las personas que impulsan la agenda de
género en todo el mundo, buscan por supuesto empezar con los niños muy
pequeños y enseñarles que cualquier tipo de orientación sexual es
igualmente válida.
Todo el asunto está «vendido», por así decirlo, como siempre, en un
discurso que habla de más derechos para las mujeres. Si la gente no ha
oído nada al respecto, piensan que incorporar la perspectiva de género
se trata de más derechos para las mujeres. Pero si los hombres y las
mujeres ya no son vistos como diferentes, entonces ¿cuál es el punto de
lucha por los derechos de las mujeres? Es una contradicción interna.
Después de 150 años de feminismo -que fue un movimiento social
importante y necesario porque las mujeres no tenían los mismos derechos-
el movimiento se ha radicalizado y hoy en la sociedad occidental
estamos en una lucha de poder de las mujeres sobre los hombres. Los
hombres son discriminados y son los hombres quienes están siendo
desfavorecidos. Por ejemplo, en el sistema educativo alemán, las mujeres
y las niñas son las ganadoras, mientras que los niños cada vez son más
desestimados. Las mujeres son privilegiadas en la adquisición de trabajo
por cuotas y las mujeres son privilegiadas en pleitos de divorcio.
Detrás de todo esto está la queja constante por parte de las
organizaciones feministas diciendo que los hombres son básicamente los
violadores agresivos y las mujeres son las víctimas.
La promoción de su libro la lleva a muchos países a cuyos idiomas ha
sido traducido, siendo así testigo de diferentes culturas en Europa.
¿Notas alguna diferencia entre la situación de género en Europa
Occidental y los países post-comunistas?
Definitivamente hay una diferencia. Los países de Europa del Este
estaban, por así decirlo, protegidos de la revolución cultural de 1968
en Occidente, por el totalitarismo comunista. Ellos practicaban el
aborto a una escala enorme y todavía lo hacen, pero no tenían la
revolución sexual. No había un ataque directo a la familia a través de
la revolución sexual y el feminismo radical. El comunismo fue un ataque a
la familia, pero no tan profundo como el que hoy plantea la revolución
sexual promovida por el concepto «mainstreaming de género» que ya hemos
analizado.
Cuando el Muro de Berlín cayó en 1989 todos teníamos esa esperanza de
la libertad... que entraríamos en una era más allá de la ideología.
Pero mientras nos deleitamos con esa esperanza, fuerzas poderosas
preparaban el siguiente paso: la revolución sexual global. No me
preguntes quienes son estas fuerzas, pero veo que esta revolución está
desarrollándose a escala mundial, con una clara intención de destruir la
base social, la familia. La destrucción de la familia desarraiga a cada
ser humano. Nos convertimos en seres humanos atomizados que se pueden
manipular para hacer cualquier cosa.
Un nuevo totalitarismo se está desarrollando oculto bajo el manto de
la libertad. Pero ahora los países del este de Europa se están dando
cuenta de esta tendencia y mi libro parece estar ayudando a la gente a
despertar. La destrucción no ha llegado tan lejos aquí y la gente está
motivada para resistirlo. Mi gran esperanza es que estos países del este
de Europa se convertirán en un bastión de la resistencia en la Unión
Europea. Hay señales de que esto ocurra.
¿Es cierto que al menos en algunas partes de la Europa de hoy, un
hombre puede ir a su oficina de gobierno local para redefinir su género y
salir con una nueva tarjeta de identidad que indica que es una mujer?
En Alemania la Izquierda y los Verdes están trabajando para ello.
Ellos sugieren que en su pasaporte no debería haber ninguna indicación
sobre si se es hombre o mujer. Están luchando por esto. Si ya tenemos un
estado alemán donde esto está sucediendo, no sé. Se están moviendo en
esa dirección, sin duda. En mi país hubo una iniciativa legislativa en
el Parlamento para retirar la categoría de sexo de la tarjeta de
identidad.
¿Qué significaría para la sociedad? ¿Cuáles serían las consecuencias?
La idea que defienden detrás de estas iniciativas es que se trata de
una expresión máxima de la «libertad» el poder «elegir» si soy un hombre
o una mujer. ¡Pero esto es una locura! La verdad es que esta confusión
hace que una persona enferme. Si alguien no se identifica con su sexo
como un hombre o una mujer -una situación así se llama transexualidad- y
esto es reconocido oficialmente como un desorden psicológico. Desde un
punto de vista criminológico, si se puede cambiar entre ser hombre y
mujer, será muy difícil identificar a las personas.
La idea de cambiar nuestro sexo altera la noción de lo que significa
ser humano. Es la rebelión más profunda contra las condiciones de
nuestra existencia humana que se pueda imaginar. Hace que la gente
enferme, sin raíces, sin saber quiénes son. Estamos perdiendo nuestras
raíces en la fe, la nación, la familia; y ahora incluso la propia
identidad como hombre o mujer es atacada para crear una nueva visión de
la humanidad. ¿Qué hará esto en nosotros? Toda una masa de consumidores
sexualizados que se pueden manipular para hacer cualquier cosa. Al mismo
tiempo, la división entre ricos y pobres es cada vez mayor a nivel
mundial, por lo que tienes una concentración de la riqueza y el poder en
una minoría y masas de personas que no tienen raíces. Eso es a lo que
la agenda de integración de la perspectiva de género está aparentemente
apuntando.
¿Así que hay una élite y esta confusión de género es una de las herramientas que utilizan para manipular a las masas?
Sólo observo lo que puedo ver: una estrategia en las Naciones Unidas,
en la Unión Europea y los gobiernos de izquierda para promulgar una
política de la desregulación de las normas sexuales, destruyendo así la
base de la familia.
Si usted va más allá y se pregunta: «¿Quiénes son las personas que
quieren esto?, ¿Quién se beneficia de esto exactamente?» Entonces
llegará por supuesto a considerar las llamadas teorías de la
conspiración. En realidad no entro en analizar eso porque no nos ayuda a
hacer lo que podemos en el lugar donde estamos. Pero si puedo
identificar, digamos, los cientos de familias que controlan la riqueza
de este planeta y ¿a quienes apoyan? No puedo hacer nada en contra de
los Rockefeller y Bill Gates y George Soros y Warren Buffet. Sabemos que
están financiando la agenda LGBT (Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual) y
la industria del aborto, pero no tenemos ninguna influencia sobre ese
nivel.
Pero aún no estamos derrotados. ¿Qué pueden ellos hacer si surge una
rebelión en contra de su agenda, si los padres dicen: «No queremos esta
sexualización de nuestros hijos en la escuela»? En Francia, los padres
han ido a la huelga y no envían a sus hijos a la escuela una vez al mes,
ya que no quieren la educación de género. ¿Qué pueden hacer las élites
ante esta reacción?
Hay muchas iniciativas y muchas personas despiertan, muchos y muy
buenos cristianos que tienen una percepción de los signos de los
tiempos. Ellos escuchan el sonido de la campana y trabajan contra el
«mainstreaming de género». Hay resistencia ahora creciente en muchos
países. Así que, yo trabajo para eso.
¿Cuál es su objetivo? ¿Qué es lo que quiere lograr, y cuál es su motivación?
Personalmente la motivación más profunda en mi vida es la verdad.
Esto alimentó mi búsqueda durante mucho tiempo y finalmente me llevó a
la fe católica en una etapa tardía de mi vida. Tuve una fuerte
experiencia de Dios en 1973. Luego hubo más de 20 años de búsqueda en el
esoterismo, la psicología y mucho más. Todo esto llevó a una crisis de
mi vida en la que mi matrimonio se rompió. Cuando estaba sola con mis
tres hijos adolescentes un vecino vino a mi puerta y dijo: «¡Orad!» Lo
hice y de repente estaba claro que iba a entrar en la Iglesia Católica
aunque a la vez fue un tiempo en que me planteé muchas razones para
rechazar a la Iglesia Católica.
Hoy tuve una reunión con el obispo de Brno y me dijo que puede usar
mi material. Es una alegría para mí. Porque mi intención no era, «¿Cómo
puedo escribir algo que sea útil para los obispos?» Sólo tengo que decir
la verdad y aquí algo está pasando con esto. Tuve la maravillosa
oportunidad de visitar al Papa emérito Benedicto y me dijo que la
re-educación sexual no sólo está lavando el cerebro, también es «el
lavado de alma». Si los niños están sexualizados destruyen su sentido de
la vergüenza, su relación con sus padres, su relación en general a la
autoridad y destruyen su relación con Dios. Nos dicen que la
«transversalidad de género» (mainstreaming de género) se trata de
«tolerancia», pero en realidad es acerca de cambiarnos como seres
humanos.
Las fuerzas que usted describe, por ejemplo, el sistema de educación
y también la cultura del consumo y de la política, son muy poderosos y
quiero preguntarle cuál es su sentido del futuro. ¿Es usted optimista o
pesimista sobre la lucha contra estas fuerzas? ¿Cuál cree usted que es
la dirección actual?
Yo no soy ni optimista ni pesimista. Espero ser realista. Quiero ver
la realidad tal como es. Puedo ver que las fuerzas son muy poderosas, el
dinero y el poder están en el otro lado y tienen victorias cada día que
me asombran. Por otro lado, hay resistencia que se acumula en muchos
países. En Croacia hubo un referéndum para definir el matrimonio en la
constitución como entre un hombre y una mujer. Esto se logró en contra
de la influencia de los medios de comunicación y el gobierno socialista.
En Hungría hay una constitución cristiana y el gobierno de Viktor Orbán
acaba de ser reelegido con una mayoría de dos tercios. Dondequiera que
ocurre esta resistencia, la Unión Europea se pone muy emocionada y
amenaza: «¡Vamos a utilizar nuestro poder para ir en contra de esto! ¡No
es democrático y va en contra de nuestros valores!» Sus valores son
«matrimonio igualitario» y educación sexual para los niños «sin tabúes».
Recientemente en París y en Francia un gran movimiento ha surgido,
llamado «Manif pou tous». El año pasado, más de un millón de personas
-entre ellos 20.000 alcaldes- estaban en las calles protestando contra
el «matrimonio homosexual». La ley que legaliza el «matrimonio»
homosexual se va imponiendo, pero mucha gente ha despertado y no parece
que el gobierno del presidente François Hollande esté muy estable.
En Alemania la resistencia está creciendo. Actualmente hay un
movimiento en contra de la llamada Bildungsplan -plan de educación- en
el estado de Baden-Württemberg, donde recientemente un gobierno Verde
Rojo llegó al poder. Este plan dice que lo LGBTTIQ (lésbico, gay,
bisexual, transexual, transgénero, intersexual, qeer) debe estar
incorporado en los programas de educación en las escuelas para los niños
de todas las edades y en todas las materias. ¡Es demencial!
Bajo ese plan, todo el sistema educativo se permea por la agenda
sexual. Pero un maestro (que también es un padre) dijo: «Ok, vamos a
empezar una petición en contra de esto.» ¡Una persona! Y 200.000
personas se inscribieron, lo cual fue una gran sorpresa para todo el
mundo. Los que promueven la «transversalidad de género» (mainstreaming
de género) se alteraron.»¡Esto va en contra de la democracia!», dijeron.
Pero una petición es un instrumento perfectamente democrático. Ahora
tenemos manifestaciones en Stuttgart y más organizaciones están
participando, así que ya veremos a dónde va esto.
También hay resistencia en la Unión Europea. Al principio todos estos
temas de «transversalidad de género» (mainstreaming de género) fueron
promulgados por la Unión Europea con facilidad, sin resistencia alguna.
Pero ahora tenemos resistencia.
El movimiento «One of Us» es una iniciativa de este tipo. Es
increíblemente exitosa… 1,8 millones de personas en Europa se
inscribieron, aunque sólo 1 millón era necesario, indicando que no
quieren que se utilice el dinero de la Unión Europea para la destrucción
de la vida, ya sea por la investigación con células madre embrionarias o
aborto. La audiencia tuvo lugar el 10 de abril de 2014 y ahora la
Comisión tiene que responder a eso.
Otro ejemplo es el reciente rechazo del Informe Estrela. El miembro
socialista del Parlamento Europeo, Edite Estrela había propuesto una
resolución al Parlamento Europeo que exigía la educación sexual «sin
tabúes» y la eliminación de la libertad de conciencia para el personal
médico, por lo que debían estar dispuestos a participar en la provisión
de abortos. Esta agenda fue rechazada por sólo siete votos. Muchas
personas se movilizaron por esa pelea y se nota que la agenda de
integración de la perspectiva de género está tambaleante.
El debate público sobre la integración de la perspectiva de género
se enmarca en términos de derechos humanos, la libertad, la tolerancia y
la discriminación. Una etiqueta común utilizada contra personas como
usted, en los medios y por los activistas, es «homófobo» o
«fundamentalista». ¿Cómo pueden los católicos evitar ser etiquetados
como fanáticos u homófobos?
Recibimos todo tipo de etiquetas. Somos llamados «homófobos» e
incluso «transfobos». Lo peor en Alemania es ser calificado del «ala
derecha» porque quedas completamente expulsado de la discusión. Este es
el estigma número uno en Alemania.
Por el contrario, todo se te permite si eres de «izquierda». Yo
pegunto a las personas ¿Por qué «izquierda» es bueno? No es tan fácil de
explicar, porque la verdad es que cientos de millones de personas han
muerto bajo la ideología de izquierda y su terror. ¿Por qué estas
víctimas no cuentan? ¿Por qué que si usted es de «izquierda» estás bien
considerado en lo público, pero si tiene el más mínimo toque de
«derecha» es expulsado?
El término «homofobia» es interesante. Fue creado por un
psicoanalista norteamericano llamado Weinberg en la década de 1970. La
teoría de Weinberg es que cualquiera que está en contra de la
homosexualidad rechaza sus propias inclinaciones homosexuales
inherentes, y esta es la razón de su homofobia. Es un término para
afirmar que cualquiera que se oponga a la homosexualidad tiene un miedo
neurótico. ¡Así que nosotros somos quienes necesitamos un psiquiatra!
Las cosas son al revés. El libro de Isaías dice: «¡Ay de los que llaman
al mal bien y al bien mal, que dan oscuridad por luz y luz por
oscuridad». Vivimos en una época en que esto está sucediendo.
No podemos protegernos de estas acusaciones. Creo que hay sólo una
manera de tratar con esto: vivir de acuerdo con la propia conciencia.
Como cristiana yo no odio. Si un homosexual estuviere sentado aquí a mi
lado, me gustaría hablar con él, de la misma manera que yo hablo
contigo. Pero yo no estaría tranquila sin expresar lo que pienso. Yo
diría: «Usted puede optar por vivir ese estilo de vida, pero no voy a
llamar a la relación que tiene con un hombre, matrimonio. Yo me opondría
si comienza a adoptar niños, ya que cada niño tiene derecho a un padre y
a su madre».
Jesús dice, sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas.
Tenemos que ser sabios y entrenarnos en pedir orientación a través del
Espíritu Santo. ¿Es el momento de hablar o un tiempo para el silencio?
Cada uno de nosotros tenemos que hacer esto de acuerdo con nuestra
posición en la vida.
Parece que hoy estamos viviendo en una época de grandes cambios y la fe es esencial. Tenemos que luchar por lo que es correcto.
Eso es, exactamente eso. Incluso si no tenemos éxito, debemos
utilizar nuestra vida para luchar por la causa justa. Como cristianos,
nuestra esperanza básica no puede ser destruida y esta es nuestra
esperanza: Jesucristo. Creemos que Él volverá y mientras estemos
verdaderamente cimentados en esa esperanza tendremos nuestras raíces en
la verdad y en la eternidad, no seremos barridos. Podemos morir, sí,
pero sabemos que la victoria final es nuestra. Y a partir de esa
esperanza tenemos que trabajar.
Podemos crecer en una relación viva con Jesucristo. Tal fe será la
embarcación para llevarnos a través de este tiempo y nos dará la energía
para trabajar, para aceptar los sacrificios, sean los que sean. Jesús
no nos da ilusiones al respecto. Sólo podemos rezar para que por la
gracia de Dios seamos lo suficientemente fuertes.
Texto extraido de: http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=21924