PELIGRO: Nueva Era, Gnósticos y esotéricos

Libro: Jan Van Helsing - Las Sociedades Secretas y su poder en el Siglo XX

Autores: Osho, Pablo Coelho

Documental: Peter Joseph - Zeitgeist

jueves, 16 de julio de 2015

Monseñor Munilla - El demonio se ha servido del materialismo para robarnos el alma

«El demonio se ha servido del materialismo para robarnos el alma»

Monseñor Munilla: «Veo debates en televisión por la noche y pienso: ¿por qué discuten, si piensan igual?»

«Posiblemente la tercera guerra mundial hoy la podemos encontrar en las heridas generadas en el seno de la familia; hay gente que no ha experimentado el amor gratuito de la familia. Eso es una herida más grave que cualquier arma de destrucción masiva», ha dicho el obispo de San Sebastián, monseñor José Ignacio Munilla, en el curso Propuestas cristianas ante la crisis, promovido por el Grupo Polis, de la Delegación de Apostolado Seglar de Toledo
16/07/15 8:49 AM 

 
 
(Alfa y Omega/Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo)

 «Para encontrar una buena solución a la crisis hay que hacer primero un buen diagnóstico», señaló el obispo de San Sebastián, monseñor José Ignacio Munilla, en el curso Propuestas cristianas ante la crisis, que ha tenido lugar en Toledo.

Por eso, lo primero es observar que «la crisis de Occidente es, ante todo y sobre todo, una crisis de fe, de la que derivan después otras crisis», afirmó monseñor Munilla. Pero esta situación tiene una causa concreta, «la riqueza, el bienestar», que en Occidente han sido «la palanca de la que se ha servido Satanás para relativizar nuestra fe. El demonio se ha servido del materialismo para robarnos el alma. Porque el hombre, en vez de poner su seguridad en Dios, la ha puesto en los bienes materiales».

Echando una mirada a la Historia, monseñor Munilla destacó que «justo después de la II Guerra Mundial hubo un boom de religiosidad e incluso de vocaciones, porque Europa se cuestionaba el sentido de la vida». Pero enseguida comenzó la expansión económica, «con sus grandísimos logros», pero también con un efecto devastador: «el punto de encuentro de los países europeos ha sido casi exclusivamente el desarrollo económico. Hemos construido una Europa sin alma». Así, el bienestar económico «se ha convertido en un falso dios, y el sueño de la prosperidad ha creado un efecto llamada sobre muchas personas que quieren llegar a Europa como si fuera un nuevo El Dorado».

Este olvido de Dios «nos sitúa ante un dualismo de muerte: el materialismo frívolo y el fundamentalismo islámico, porque los inmigrantes vienen a una sociedad que no cree en sí misma. Lo de que todos somos Charlie Hebdo fue una renuncia general al alma de Europa: tenemos derecho a blasfemar, etc. Nuestro pecado de fondo ha sido el olvido de Dios. ¿Que hace falta para que volvamos a Él? ¿Qué hace falta para nuestro espíritu se afine? ¿Es que hace falta otra guerra? Sin duda, la Providencia de Dios sabrá cómo hacernos despertar, porque estamos ya tocando fondo».

El obispo de San Sebastián aseveró que «posiblemente la tercera guerra mundial hoy la podemos encontrar en las heridas generadas en el seno de la familia. Yo la tercera guerra mundial la entiendo así: el que haya gente que no pueda experimentar el amor gratuito de la familia. Eso es una herida más grave que cualquier arma de destrucción masiva. Eso muestra que estamos tocando fondo».

En esta línea, existe otro momento histórico clave «que explica nuestra situación actual: el rechazo de la Humanae vitae, que la Iglesia tuvo la osadía de publicar en 1968. Al rechazar este documento, Europa se manifestó dispuesta a no sacrificarse, y se consagró la Europa del bienestar. Y con el tiempo se elaboró un pacto tácito entre el capitalismo y el marxismo: el marxismo renunció a su teoría económica, y el capitalismo a sus raíces humanistas cristianas; y ambos se han encontrado en la ideología del deseo: busquemos en cada momento lo que nos apetece». Para monseñor Munilla, «hoy un secularizado de izquierdas piensa igual que un secularizado de derechas. Ambos piensan lo mismo. Veo debates en televisión por la noche y pienso: ¿por qué discuten, si piensan igual?»

Con todo, la responsabilidad de la Iglesia en este recorrido ha sido fundamental: «La crisis que atravesamos no habría sido tan grande sin nuestra propia crisis interna. Si hubiésemos tenido unos seglares más santos y formados, si los obispos y el clero hubiéramos tenido el corazón donde teníamos que tenerlo, habríamos resistido mejor a la crisis. Debemos reconocer que nosotros no hemos tenido la necesaria capacidad de respuesta», lamentó el obispo.

En este sentido, en la Iglesia ha habido dos tipos de errores: «el primero ha sido reducir la fe al modo de pensar del momento, ser cristiano sin necesidad de creer en nada en concreto. Esto lo hemos llegado a predicar en nuestras facultades de Teología. Nosotros mismos hemos echado sal al campo, y ha sido un drama; nos ha hecho débiles totalmente».

El segundo error ha sido «reducir la fe a un objeto de consumo, como si fuera un sedante para sentirte bien: Creo porque me da paz. Es reducir la fe a un objeto terapéutico de uso individual, emotivo e interiorista». Ambas versiones han dado origen «a un catolicismo mundano, que no tiene fe en la transformación del mundo».

Como respuesta a los restos de la crisis hoy, monseñor Munilla subrayó la necesidad de «una evangelización que haga una presentación integral del mensaje cristiano. No podemos caer en una lectura fragmentada del Evangelio y del Magisterio, seleccionando lo que va más con mis gustos y pasando por encima lo que no me va tanto. Si nos conformamos con una vida cristiana a mi medida, nos incapacitaremos para dar respuesta a esta crisis global, para dar a nuestros hermanos una versión integral y completa de nuestra fe. Sólo de esta manera formaremos parte de la solución, y no parte del problema».

martes, 14 de julio de 2015

Monseñor Munilla: El derecho al aborto no es símbolo de una sociedad progresista

Llamados a pensar sin arrastrarnos por lo políticamente correcto

Monseñor Munilla: «El derecho al aborto no es símbolo de una sociedad progresista»

Muchas de sus declaraciones causan controversia, y que su última publicación lleve por título Sexo con alma y cuerpo, no le ayudó a salir de los tabloides. 

12/07/15 6:36 PM


(La Tribuna de Toledo) Teólogo y obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla tiene hasta su propio de apartado referido a ‘Polémicas’ en la Wikipedia. Él considera que todo lo que hace es bajo el prisma de la fe que defiende y estima. Ayer, llegó hasta Toledo en un encuentro llevado a cabo en la casa Espiritual de los Padres Carmelitas en el que discurrió, entre otros muchos temas, de las propuestas cristianas ante la crisis del mundo global.

¿Qué es la crisis de valores de occidente en pleno XXI?

Es una crisis de fe. Europa ha sido profundamente creyente y tras ver el rostro del mal en la Segunda Guerra Mundial tuvo un resurgir en su fe. Cuando el ser humano ve su crudeza, se plantea el sentido de la vida, pero cuando vive plácidamente, eso no ocurre. Ahora mismo, es una bendición, vivimos en una época prolongada de paz y eso tiene muchos riesgos desde el punto de vista espiritual. Cuando alguien se siente económicamente seguro y su bienestar está garantizado, cierra sus perspectivas de la pregunta por la transcendencia. Jesús ya nos advirtió del peligro de poner nuestra confianza en los medios materiales.

Materialismo...

Es el origen primero de nuestra crisis. En este momento, Europa ha sustituido el alma por el euro. Tenemos una clase política en la que su carta de identidad es garantizar una buena economía. Antes, en Europa, se discutía entre la Europa marxista y la capitalista, ahora hay un pacto en el que se olvidan las teorías propias y básicamente se piensa sólo en dinero. Tenemos una ideología del deseo en el que el ideal es la comodidad y el consumo. En este momento, una persona secularizada, con valores de izquierdas o de derechas, piensan igual. Cuando no existe una perspectiva de transcendencia, las diferencias ideológicas son menores. Tenemos un pensamiento único que es el materialismo.

¿La fe queda para los pobres?

Ha quedado relegada a un objeto de consumo interno y subjetivo. De esta forma, se está olvidando que tiene una perspectiva social y que configura la educación. La fe ha quedado como una pastilla para disolver angustias. Es un objeto de relajación. Se confunde, en muchas ocasiones, religiosidad con producto de relajación interno, eso obviamente es una deformación completa del mensaje cristiano.

Habla de unos estados que sólo se preocupan del dinero, pero sus programas también hablan de educación. Una formación que, ahora, se plantea si debería ser cristiana viviendo en un país laico.

Considero que el discurso sólo habla de dinero. No se aborda ningún tema humano. Aquí se evita el debate sobre la familia, sobre la concepción del matrimonio. Se ha aceptado de una manera, vergonzosa y vergonzante, los postulados sobre la ideología de género y no existe el atrevimiento de abordarlo. Nadie defiende la vida ni la naturaleza del matrimonio. Nadie prima el derecho de la familia a elegir la educación de sus hijos en función a sus ideales... Hemos renunciado a los temas antropológicos, el político se siente incómodo. Además, en Europa hay un pensamiento único. Lo que antes era izquierda y derecha se ha convertido en un aspecto único, marcado por la izquierda, en el que la derecha va por el mismo camino pero con el freno de mano puesto. Hay muy poca valentía para hablar de temas humanos. Estamos en una sociedad con pensamientos avergonzados, que no tienen fe en sus ideales.

Existió un político que sí habló de temas humanos. Alberto Ruiz Gallardón prometió un cambio en la ley del aborto que Mariano Rajoy no permitió que llegará a su fin. ¿Le ha decepcionado el presidente del gobierno?

Es una reforma que, parece ser, se han quitado de en medio por cálculos electoralistas. Pero nosotros entendemos que el inicio de la vida no va por consenso. Y esa fue, precisamente, la causa que dio el presidente del Gobierno para no llevar a cabo la reforma, que no existía «consenso». Pero la vida comienza con la concepción y eso sería importante recordárselo al señor presidente del Gobierno. Es terrible que el amparo de la vida dependa de un consenso. En ese caso concreto, se escenificó de una manera muy clara mi denuncia. Estoy convenció que hay dos tipos de políticos. Aquellos que por las mañanas contrastan con su conciencia y los que lo hacen con las encuestas. Y es muy diferente el punto de vista que se tiene cuando se varían estos conceptos. Yo creo que en España nos faltan gobernantes con conciencia y nos sobran los de las encuestas.

¿Cómo un político que gobierna para un pueblo plural, de muchas religiones y culturas, debe consultar sus opiniones a una conciencia cristiana?

Yo creo que un político tiene que creer en unos ideales de ley natural y con esos harán bien a un cristiano y a uno que no lo sea. Tiene que proponer medidas porque cree en ellas y luego no hacer cálculos sobre qué debe decir para ser elegido. El problema está cuando un político tiene como principal objetivo el poder, porque entonces lo cambiará todo para conseguirlo.

Habla del concepto del matrimonio. ¿Considera que está mal que dos personas del mismo sexo contraigan matrimonio? ¿o el simple gesto de que dos personas del mismo sexo convivan con amor?

Con la reciente ley norteamericana que impone el matrimonio homosexual, sin importar lo que cada uno votara en su estado. Tras la decisión, uno de los jueces del Tribunal mandó una carta de gran interés. En ella, habla de que, en un decreto, la sociedad norteamericana ha cambiado lo que se había considerado, de siempre, matrimonio. Él pregunta «¿y quiénes nos creemos que somos nosotros?». La naturaleza del matrimonio trasciende del quéhacer de un político es pre-jurídica y pre-política. Es un riesgo muy grande que la política juegue a la ingeniería social.

Partiendo de que, bajo su prisma, no es lo natural que dos personas del mismo sexo se enamoren. ¿No es lógico que ejerzan su libertad de ser humanos y estén juntos y tengan hijos?

Dos homosexuales tienen un derecho, como todo ciudadano, libre a tener una convivencia. Pero que se redefina el concepto de matrimonio, es una cosa diferente.

¿Es una cuestión de concepto?

No. Va más allá. La sociedad tutela la unión de un hombre y una mujer porque de la unión de los mismos se regenera la sociedad. Ahora bien, de la unión de dos amigos no se regenera la sociedad. No es simplemente una cuestión de palabra.
Mención aparte merece que nadie tiene derecho a tener un hijo. Es un niño el que tiene derecho a tener padre y madre. A un niño se le da a un padre y a una madre en adopción invitando a tener lo que la naturaleza le negó por un accidente o por una muerte natural.

Los tiempos han cambiado, se habla de aborto, de matrimonio entre personas de un mismo sexo... ¿Son conscientes de que ese cambio de pensamiento en el tiempo va en paralelo al distanciamiento con los más jóvenes?

La clave está en que la iglesia tenga la capacidad de ejercer de elemento crítico. Estamos llamados a pensar sin arrastrarnos por lo políticamente correcto. Para ser progre tienes que tragar con todo lo que hoy en día está bien visto. La iglesia está para ayudarnos a pensar por nosotros mismos.

Con el nuevo Papa, ¿la Iglesia está evolucionando?

Hay que distinguir conceptos y no todo hay que evolucionarlo. Hubo un tiempo en el que la esclavitud estaba socialmente bien vista y fueron los cristianos quienes dijeron que eso no estaba bien. Es decir, puede haber una gran tentación de pensar que lo que en un tiempo es políticamente correcto sea equiparable en un futuro. Por ejemplo, pensar que el derecho al aborto es símbolo de una sociedad progresista... me escandaliza. Pero no tenemos que confundir el deseo de acercarnos a los más jóvenes con hablar claro. Tenemos que estar cerca pero creyendo en el mensaje de Jesucristo, no reformulándolo. Yo estoy convencido, que como con la esclavitud, hay ciertos tótem que caerán.

Habla tan claro que acaba de sacar un libro en el que lo hace, ni más ni menos, que de sexo. Un texto plagado de polémica, ¿no puede un obispo hablar de sexo?

La tesis básica del libro es que, a mi juicio, hay un drama muy grande por haber desvinculado el sexo del amor. La cultura del ‘rollo’ aparece como símbolo del mundo moderno y eso no se lo cree nadie. Porque nadie es feliz sintiéndose un clinex. La sexualidad tiene sentido cuando está ligada al amor fiel y a la transmisión de la vida.

Artículos como el de El Mundo, bajo el título Las 50 sombras del obispo Munilla, llegan a sacar lo más sexual de su libro. ¿Se desvirtualiza su mensaje del amor?

Algunos periódicos han puesto en mis labios lo que decía la coautora del libro, que era la sexologa. Quizá poner en labios del obispo los temas sexuales da el morbo. A pesar de ello, asumo sus tesis, por ello firmo el libro con ella.

Usted ha sido una persona muy mediática dentro del clero, al igual que religiosos como, por ejemplo, Sor Lucia. ¿Cree que esto le hace bien a la Iglesia?

Yo creo que la importancia de nuestra presencia mediática está en la medida en la que no se proclame nuestro pensamiento personal. Yo debo ser consciente de a quién represento y el mensaje que predico. No debo exhibirme, sino predicar. De esa forma no se pierden las formas y es válido.

¿Qué ocurre cuando esos mensajes no se cumplen en el seno de la propia institución? Las denuncias de abuso a menores por parte del clero, por ejemplo...

No solo predicamos para la sociedad, también para nosotros mismos. Por ello existe la autodenuncia y coherencia.

¿Denunciaría un caso de pederastia en su Diócesis?

Existe un protocolo establecido por nuestro Papa emérito, Benedicto XVI, en el que se marca cómo actuar y que no exista margen de subjetividades. Lógicamente, intentaría seguir este protocolo para no confundir impresiones.

¿Haría visible la denuncia en caso de ser verdad?

Obviamente, dentro del protocolo se exige hacerlo visible. Sería imprudente que un tema tan sensible cada uno pudiese hacer lo que más le gustara en su diócesis.

lunes, 13 de julio de 2015

José Escandell en Marcando El Norte 01 Fe y Razón (Presentador Historiador Javier Paredes)

Publicado el 6 jun. 2015
Este bloque de programas de "Marcando el Norte", en el que intervienen el profesor Javier Paredes y el profesor y doctor en Filosofía José Escandell, está dedicado a las ideas que mueven el mundo.
En este primer programa hablan sobre la compatibilidad entre fe y razón, la realidad del alma, los conceptos de bien y verdad... Creer en Dios no es una insensatez, ni un efluvio sentimental, ni un capricho. A Dios se le puede llegar a conocer a través de la razón, aunque se necesita también la fe, pero este es un don que hay que pedir.


jueves, 9 de julio de 2015

Ecología Sí, Ecologismo No - Manuel Guerra Goméz



El término griego oîkos, que significa “casa, familia”, figura como primer elemento componente de varias palabras latinas: oeconomia, oeconomicus, y desde el latín al español: “economía, ecónomo, económico”. Desde mediados del siglo XIX se ha puesto cada vez más de moda la palabra “ecología” para designar “el estudio” de los seres vivos (vegetales, animales) (Haeckel, 1869), incluido el hombre (R. E. Park-E. W. Buguess, 1921) y su “entorno” o “medio ambiente”. Con otras palabras, se considera la Naturaleza, la Tierra e incluso el Universo como “nuestra casa” y se estudian el conjunto de relaciones mutuas, tanto las beneficiosas como las perjudiciales. La encíclica del papa Francisco se subtitula precisamente “Sobre el cuidado de la casa común”; usa también “nuestra casa” aunque menos veces.
  1. ECOLOGíA, Sí
Como todas las palabras, “ecología” posee varios significados. He aquí los principales, tratados todos, aunque con distinta extensión y profundidad, en la encíclica Laudato si (= LS), comienzo del Cántico de las creaturas de san Francisco de Asís: Laudato si´, mi´ Signore, “Alabado seas, mi Señor”.
1.1. La Tierra, “nuestra casa”
La Tierra en su conjunto es como la casa o morada de los hombres con distintos estratos o pisos superpuestos y a la vez entreverados: minerales, mares, vegetales, animales, el hombre y recubriéndolo todo la “atmósfera”, o sea, “la esfera de aire respirable”. Son estratos que mutuamente se influyen benéfica y a veces dañinamente. Tanto el cuidado como el daño que se inflija a uno repercuten en los restantes, pues son interdependientes y subordinados. El agua y los minerales ofrecen los nutrientes necesarios para su existencia a los vegetales, estos a los animales herbívoros, estos a los carnívoros y todos al hombre (LS 22).
Dos veces se afirma en la encíclica; “la realidad es superior a la idea” (LS 110, cita de Evangelii gaudium 231), aunque a veces la idea, transformada en ideología, consigue amañar y configurar la realidad. No obstante, la degradación ecológica es una realidad que está ahí: el cambio climático, el calentamiento global, el efecto invernadero, la pérdida de selvas y bosques, así como de la biodiversidad o de las especies, etc., (LS 20-52). También aquí la ideología provoca diversidad de opiniones, a veces enconadamente diversas y hasta opuestas en la interpretación de la misma realidad, de sus causas y remedios (LS 60). A la Iglesia compete fomentar el diálogo entre los científicos, respetar las opiniones (LS 199ss.,).

Lea el artículo completo de D. Manuel Guerra aquí.

miércoles, 1 de julio de 2015

Luis Santamaría del Río en Marcando El Norte 07 El satanismo, el culto al demonio (Presentador Historiador Javier Paredes)

Publicado el 29 may. 2015
Este bloque de programas de "Marcando el Norte", en el que intervienen el profesor Javier Paredes y el sacerdote Don Luis Santamaría del Río, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), está dedicado a temas como la Nueva Era, las sectas, el esoterismo, el ocultismo, el reiki, el yoga, la meditación trascendental, el satanismo, el espiritismo...
En el último programa de este bloque de "Marcando el Norte" sobre la nueva era y las sectas, Don Luis Santamaría nos presenta el tema del satanismo y el culto al demonio. Afirma que no hay que tener miedo al demonio, sino que hay que tener miedo a lo que nos puede pasar si le hacemos caso. Lo mejor que podemos hacer es vivir en gracia, vivir una vida de entrega al Señor y confiar en la Virgen Santísima.


Luis Santamaría del Río en Marcando El Norte 06 Espiritismo, magia y adivinación (Presentador Historiador Javier Paredes)

Publicado el 22 may. 2015
Este bloque de programas de "Marcando el Norte", en el que intervienen el profesor Javier Paredes y el sacerdote don Luis Santamaría del Río, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), está dedicado a temas como la Nueva Era, las sectas, el esoterismo, el ocultismo, el reiki, el yoga, la meditación trascendental, el satanismo, el espiritismo... Don Luis aporta sus conocimientos, ayudándonos a comprender en qué consisten estas formas de religiosidad, qué peligros comportan para los cristianos y cuál es el juicio de la Iglesia al respecto.
En este episodio hablan del espiritismo, la magia y la adivinación. D. Luis nos aclara qué son y qué dice la Iglesia sobre ellos.