PELIGRO: Nueva Era, Gnósticos y esotéricos

Libro: Jan Van Helsing - Las Sociedades Secretas y su poder en el Siglo XX

Autores: Osho, Pablo Coelho

Documental: Peter Joseph - Zeitgeist

lunes, 30 de noviembre de 2015

Luis Santamaria del Rio presenta su nuevo libro sobre sectas y nueva era

«La gente que va a charlas de sectas se ha multiplicado con la crisis»

El sacerdote con uno de los ejemplares de su nuevo libro.
El sacerdote con uno de los ejemplares de su nuevo libro.
  • Luis Santamaría, El sacerdote y experto en sectas recomienda no achacar nunca al captado que se ha dejado engañar

Un trabajo de instituto fue el que introdujo a Luis Santamaría (Zamora, 1982) en el oscuro mundo de las sectas. A su estudio se ha dedicado gran parte de su vida, que compagina con ayudar a los afectados. Secretario de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (Ries), sus investigaciones le han llevado a escribir varios libros. Su último trabajo es 'Esoterismo, sectas, nueva era. 50 preguntas y respuestas'.

- Da la sensación de que hace años preocupaban más las sectas.
- A finales de los años 80 y principios de los 90 es cuando hubo una preocupación social por ellas, con una gran presencia en los medios de comunicación de familias afectadas y con repercusiones políticas, ya que se estudió el tema también en el Congreso de los Diputados, en la UE... Ahora parece que no tiene tanta importancia.

- ¿Han desaparecido?
- No, pero la secularización que afecta a las grandes religiones también les afecta. Aquellas con un perfil más religioso no tienen el éxito que tenían en otros tiempos. Lo que ha crecido mucho en los últimos siete años en España, con la crisis global que ha puesto en juego a la persona y al ser humano, son todas las ofertas de tipo espiritual que se desmarcan de lo religioso y que proponen meditación, ejercicios físicos que afectan también a la psicología, terapias, sanación, esoterismo... Todo lo que englobamos en la Nueva Era está creciendo mucho ahora.

- ¿Qué es?
- Una cultura en la que entran grupos y centros que hablan de un cambio espiritual en el ser humano. Se denomina así porque después de 2.000 años de la era astrológica de piscis, cuyo signo del pez representaría al cristianismo, vendría la de acuario. Es una era del amor y de la paz universal en la que aseguran que conspirando todos juntos se puede hacer que terminen las religiones y que haya una sola espiritualidad para todos, en comunión con la naturaleza. En esta cultura se pueden ubicar muchas de esas ofertas de orientalismo, meditación, sanación...

- No todas serán sectas...
- Claro que no. Este libro ha nacido a partir de consultas que recibimos a diario en la Ries.

- ¿Cómo acaba una persona cayendo en la red de estas organizaciones?
- Hay quien piensa que los que son captados es porque tienen un bajo nivel cultural. Hay una serie de tópicos y prejuicios que provocan que las familias víctimas no sean comprendidas y sientan vergüenza de plantear este problema. El de las sectas es un fenómeno que afecta a todo el mundo y que la persona captada vive con mucha intensidad. Las sectas se acercan a la persona por dos vías. El primero es el afectivo relacionado con los sentimientos, la necesidad que todos tenemos de sentirnos queridos. El otro es el espiritual. Necesitamos darle un sentido a la vida, entender lo que nos pasa a nosotros y al mundo, darle coherencia y sentido. Si dan con una persona que está en un momento de crisis, tiene alguna vulnerabilidad más acentuada o simplemente tiene unas necesidades espirituales, en ellas el trabajo de la secta va a tener más posibilidades de éxito.

- ¿Por qué?
- Uno de sus anzuelos es el proponer actividades que sean interesantes para la persona, utilizando elementos positivos.

-¿Cómo logran mantenerles?
- Con técnicas de control de la personalidad a través de lo afectivo, la comunicación, de aislar a la persona de su entorno a través de dinámica de premio y castigo para infantilizarla... Todo ello valiéndose de una visión dicotómica del mundo, es decir, del dentro está lo bueno y fuera lo malo, el 'solo si estás con nosotros te vas a curar o salvar'.

- ¿Cómo ayudan a las personas que acuden a ustedes?
- A veces son simples consultas y se les da información para que sepan las doctrinas de un grupo, dónde están, qué es lo que hacen... Para que sepan si ese familiar o amigo está o no dentro. En otras ocasiones hace falta un acompañamiento y una orientación más profesionales. Contamos con algunos psicólogos en nuestra red pero fuera de ella también contamos con otros muchos profesionales de la salud y la psicología en diferentes lugares que colaboran en orientar a las familias y, en el caso de que sea necesario y posible, hacer algún tipo de terapia para volver a hacer pensar a la persona por sí misma, que es lo que se persigue.

- ¿Cómo actuar ante un caso así?
- En primer lugar, nunca ser agresivo con la persona ni achacarle que se ha dejado engañar porque en la secta ya se le habrá prevenido sobre eso y la forma en la que tiene que reaccionar. Es la profecía autocumplida. Sobre todo mantener el contacto y que sepa que su familia y amigos le quieren incondicionalmente y que podrá volver a su casa. En segundo lugar, en la medida de lo posible, hacer a la persona entrar en razón. Que piense por sí mismo si lo que está viviendo responde a lo que él quería o si le han llevado por un camino que no ha elegido.

- ¿Cuántas sectas hay en Euskadi?
- Es imposible dar una cifra exacta. Llevaría un tiempo del que no dispongo. El año pasado hice un listado aproximado y conté 350 grupos en España, aunque será mayor porque dejé fuera a los grupos satánicos, por ejemplo, que se mueven en secreto y no sabemos cuántos hay.

- ¿Qué caso le ha marcado?
- Me impactó mucho el de una mujer de 60 años. Fue a una conferencia en su ciudad de un líder sectario. Como allí no había un grupo ni él volvió a aparecer, ella misma con lecturas y prácticas llegó a un punto en el que decía que su conciencia había evolucionado de tal manera que no podía estar con su marido porque le hacía mal espiritualmente. Lo abandonó. Es un caso sectario sin que haya grupo, lo que muestra cómo todo esto está cambiando.

- Habrá quien se extrañe al ver un cura escribiendo sobre sectas...
- Es un libro eminentemente confesional, en el que no solo hacemos una crítica desde lo racional y el sentido común, sino también proponemos la visión que tiene la fe cristiana para explicar por qué estas sectas son incompatibles con ella...

- ¿Incompatibles?
- Hay algunas que se presentan como compatibles con cualquier forma de pensar o credo religioso, sin embargo, están proponiendo una religión alternativa. Dirigido a los creyentes estamos diciendo 'ojo con esto'. Y dirigido a todos los demás también queremos advertirles de lo que está ocurriendo con todos estos grupos que se nos presentan como filosóficos o científicos cuando no tienen ningún aval científico y están confundiendo términos para poder llegar a mucha más gente.

- ¿La crisis ha propiciado la captación?
- No tengo datos, pero me he dado cuenta de que a las actividades de estos grupos va ahora mucho más público, se ha multiplicado por cinco o seis en algunos casos. He asistido a charlas a las que entre los años 2000 y 2008 solo acudían 10 personas, mientras que ahora van 60 ó 70 personas. Hay una multiplicación en el público permeable a la captación sectaria.

- ¿Cómo actúa la Iglesia?
- Para ella las sectas son un desafío porque se está preguntando qué está haciendo mal para no ser capaz de llegar a algunas personas a las que sí llegan las sectas. O lo que es más grave, por qué algunos católicos dejan la iglesia para irse a estos grupos. Últimamente la Iglesia asocia este fenómeno con la secularización, que aunque parecen contrarios van en paralelo. Mientras la sociedad cada vez es menos religiosa y quiere marginar a Dios y otras religiones del espacio público, al mismo tiempo vemos que más personas buscan la espiritualidad en estos grupos, que les lleva a ser esclavizados por una patología de lo religioso.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Ricardo de la Cierva - La verdad de la historia enfrentada a la memoria histórica


Interesantísimo video de Ricardo de la Cierva, poniendo las cosas en su sitio, como siempre.

Ricardo De La Cierva, el gran historiador español del siglo XX-XXI



Ricardo de la Cierva: recuerdo e historia
24 noviembre 2015

Tuve el honor de conocer a Ricardo de la Cierva en 1990 con ocasión de unas tertulias que organizábamos un grupo de amigos recién licenciados en nuestras respectivas carreras. Después le invité a participar en el libro En torno al municipio, editado por la Comunidad de Madrid en 1996 gracias a lo cual mi firma entonces casi novel se pudo codear con personalidades ilustres como De la Cierva o Julián Marías. Compartimos algunas conversaciones y varias cartas. Ricardo de la Cierva era en persona ese pozo de sabiduría inacabable que demostraba ser en su amplia y fecunda obra.
 
Envidiado, atacado, marginado por la historiografía oficial, vendía más ejemplares de sus libros de historia que cualquiera de sus enemigos, lo que sin duda acrecentaba la envidia. En la solapa de uno de sus libros se refería a este hecho: ¿Cómo no envidiar a un químico que además era historiador y encima vendía libros? Y por si fuera poco alcanzaba la final del Planeta con una novela histórica. Y el colmo: con todo el bagaje anterior a menudo contradictorio, llegó a ser diputado, senador y ministro de Cultura en el Gobierno de Adolfo Suarez en 1980.
 
Nacido en Madrid el 9 de noviembre de 1926, era nieto de Juan de la Cierva Peñafiel, ministro de Alfonso XIII, sobrino de Juan de la Cierva, inventor del autogiro e hijo del diputado de la CEDA Ricardo de la Cierva y Codorniú, asesinado en Paracuellos del Jarama en 1936. Doctor en Ciencias Químicas y Filosofía y Letras obtuvo la cátedra de Historia Contemporánea Universal y de España en la Universidad de Alcalá de Henares.
 
Su relación con la historia y la política se remonta a los años sesenta cuando Fraga le encarga el estudio de la bibliografía sobre la guerra civil española. De ahí llega a alcanzar en 1973 la Dirección general de Cultura Popular y fue presidente del Instituto Nacional del Libro Español. Perteneciente al equipo de Pio Cabanillas su labor fue claramente aperturista, abrió las puertas de las publicaciones a la oposición y su trabajo fue reconocido de forma amplia en todos los sectores políticos. Buscando en los archivos se encuentra la nota del homenaje que le fue rendido cuando cesó como presidente del INLE y las palabras de afecto de gentes tan alejadas de su ámbito como Manuel Vázquez Montalbán (a partir de ahora –decía el escritor comunista- nos pelearemos con balas de papel).
 
De la Cierva comenzó a escribir sobre el franquismo en vida de Franco. Su aperturismo le costó el cese como Director General lo que espoleó sus ánimos embarcándose en numerosas actividades culturales. Apreció a Dionisio Ridruejo en sus últimos meses manteniendo dramáticas conversaciones sobre la vida, las ideas y la muerte. Fue columnista de El País y se separó de Fraga cuando éste se lanzó a la vía de Alianza Popular y sus siete magníficos. Aunque en su nombramiento, De la Cierva quedó –como tantos– sorprendido por el nombramiento de Suarez en 1976 que pronto pasó a estar en su órbita. Fue asesor de cultura del Presidente y finalmente ministro de Cultura en 1980, aunque tan solo duraría ocho meses y medio en el cargo. Sus artículos de aquellos años revelan la idiosincrasia de la transición, sus errores pero también su generosidad.
 

De la Cierva tendió la mano a la izquierda, escribió por encargo en Gaya un librito sobre Qué son las derechas, muy crítico con la tentación de la espada que la derecha sentía a menudo, y discrepó con fuerza en aquellos años de quien terminaría siendo muy buen amigo, Gonzalo Fernández de la Mora. Tras abandonar UCD recaló por muy poco tiempo en Alianza Popular. Pero la historia y la cultura se convirtieron enseguida en las dos trayectorias de su vida. Todos sus libros estaban dedicados a su mujer, Mercedes, una fidelidad literaria y humana reveladora de su personalidad.
 
No es este el espacio para el análisis profundo de la gigantesca obra de Ricardo de la Cierva en el terreno de la historia, de sus aciertos o sus deficiencias. Pero es preciso remarcar su estilo directo, capaz de enganchar de principio a fin, su gran cultura (exhibida en otro libro extraordinario: Como ampliar mi cultura) y sus dotes de escritor. Publicó una trilogía de novelas sobre Isabel II y su turbulento reinado. La primera de ellas –Alumna de libertad– fue finalista del premio Planeta. Escribió con sarcasmo en Decamerón 90, noveló biografías de Juan Pablo I y Felipe II y ofreció memorables retratos de personalidades de su tiempo en Retratos que entran en la historia, un libro extraordinario    con emocionantes descripciones de Juan Carlos I, el propio Suárez, Franco, Agustín de Foxá, Jose Antonio, Dionisio Riduejo, Pedro Sainz Rodriguez…
    
Ganó el premio Espejo de España por Agonía y victoria, ensayo histórico sobre la caída de Madrid en los meses de primavera de 1939 previos al fin de la guerra ocasionando el ridículo de su muy inferior rival Javier Tussell que no conforme con la decisión del prestigioso Jurado decidió abandonarlo y crear escándalo.
 
De la Cierva buceó con increíble documentación en la historia de la Iglesia católica en el siglo XX, sus libros Oscura rebelión en la Iglesia y Jesuítas, iglesia y marxismo impresionan por su capacidad dialéctica y por el retrato duro que hace de la llamada teología de la liberación.
  
Se especializó en la masonería rastreando sus documentos e investigando a fondo en Internet y no dudó en enfrentarse a aquella al declararse católico y antimasónico. Y por supuesto estudió a fondo la Historia de España, (Historia total de España), la guerra civil y el franquismo (su ultima biografía de Franco es un monumental estudio que ha abierto el camino a otras posteriores de Pío Moa, Jesús Palacios y Stanley G. Payne). Además, escribió como vidas paralelas las de Franco y Don Juan (Los reyes sin corona) y con Sergio Vilar (historiador de izquierdas) publicó en editorial Planeta un muy interesante debate a dúo: Pro y contra Franco. Vilar historiaba el franquismo y De la Cierva el antifranquismo.
  
La curiosidad y la información del historiador parecían no tener límites: los templarios, los amores de Alfonso XII, la conversión de Indalecio Prieto, las mentiras de Carrillo en sus memorias, Historias de la corrupción, el marquesado de Escrivá de Balaguer, la verdadera historia de Carmen Diez de Rivera… A veces se excedía en los enfrentamientos, como los que mantuvo con Umbral (que también evolucionaría no poco, por cierto), Tusell o incluso Preston, a quien atacó sin piedad con ocasión de la biografía que el historiador británico escribiera sobre Franco (aunque a la luz objetiva, parece que las de Stanley Payne, otro ilustre hispanista, superan desde luego a las sesgadas de Preston o Ángel Viñas).
 
Luis María Ansón, amigo y discrepante desde la categoría, escribió en su biografía de Don Juan de Borbón que resultaba absurdo negar los méritos a Ricardo de la Cierva a causa de su “ideología”, ya que sus descubrimientos históricos se cuentan por docenas y su amplia documentación y cultura impresionan a cualquiera.
 
Abandonó su fugaz paso por la política en 1984, narró la turbulenta historia de la derecha en La derecha sin remedio, un volcán de datos y escenarios. En 1993, para eludir censuras y presiones fundó su propia editorial, Fénix, donde ha venido publicando desde entonces, casi siempre con éxito.
 
Amigo personal de hombres como Juan Antonio Vallejo Nájera, Fernando Vizcaíno Casas, Manuel Otero Novas, conoció a casi todos en el tardofranquismo y la transición. Fue un hombre culto y polémico que siempre se atrevió a decir lo que pensaba, aunque cometiera errores.
 
Falleció el pasado 19 de noviembre en la capital de España a la edad de 89 años. Pío Moa, uno de sus discípulos –por así decir–, escribió un artículo en 2003: Ricardo de la Cierva, el erradicado, describiendo el proceso de olvido a que muchos medios y políticos le estaban sometiendo.
 
Al final los libros quedan, y el recuerdo. Como vieran con acierto Ortega y Gasset y Julián Marías la razón vital es razón histórica: contar historias. De ahí que el historiador, como el novelista o el cineasta, tengan mucho que ver con la realidad de la vida.

Texto extraído de: http://www.ritmosxxi.com/blog/ricardo-cierva-recuerdo-historia-14208.html

viernes, 13 de noviembre de 2015

¿Existe el infierno?, y ¿Podemos ir a él?

12/11/15 8:47 AM
Un problema muy serio con el que nos enfrentamos en nuestros tiempos es el del buenismo, que podríamos presentar así: ¿Cómo un Dios que es infinitamente bueno y que nos quiere hasta morir en la Cruz por nosotros, va a permitir que un hijo suyo se condene? Lo cual se puede traducir en dos preguntas: ¿Existe el infierno?, y ¿podemos ir a él?

Creo que nuestra opinión no tiene ningún valor ante lo que nos dice la Revelación. Por ello voy a hacer referencia a una serie de textos del Nuevo Testamento en los que está claramente contenido lo que Dios quiere decirnos sobre el tema.

Romanos 1,18: «La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que tienen la piedad prisionera de la injusticia».

Romanos 1,22: «alardeando de sabios, resultaron ser necios»

Romanos 1,32: «los cuales, aunque conocían el veredicto de Dios según el cual los que hacen estas cosas son dignos de muerte, no solo las practican sino que incluso aprueban a aquéllos que las hacen».

Romanos 2,5-6: «Con tu corazón duro e impenitente te estás acumulando cólera para el día de la ira, en que se revelará el justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno según sus obras».

Gálatas 5,19-20: «Las obras de la carne son conocidas: fornicación impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, enemistades, discordia, envidia, cólera, ambiciones, divisiones, rivalidades, borracheras, orgías y cosas por el estilo. Y os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen estas cosas no heredarán el reino de Dios».

Gálatas 6,7: «No os engañéis: de Dios nadie se burla. Lo que uno siembra, eso cosechará».

Efesios 5,5: «Tened entendido que nadie que se da a la fornicación, a la impureza o al afán de dinero, que es una idolatría, tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios».

Mateo 24,50-51: «el día y la hora que menos se le espera, llegará el amo, y lo castigará con rigor y le hará compartir la suerte de los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes».

Lucas 11,37-52, en especial 11,42, que dice: «¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de hortalizas, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto es lo que había que practicar, sin descuidar aquello».

Mateo 25,41-43: «Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el demonio y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis».

1 Pedro 5,8: «Sed sobrios, velad. Vuestro adversario, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar».

En pocas palabras, se nos pone en guardia sobre lo que nos puede suceder. Indiscutiblemente es cierto que Dios nos ama y que ha muerto en la Cruz por nosotros, pero nos pide que le entreguemos libremente nuestra amistad, pues también .podemos escoger el Mal. Es cierto que todos nosotros somos pecadores, pero Dios nos concede su gracia y los sacramentos, en especial los de la Penitencia y Eucaristía para perdonar nuestros pecados y volver a ser sus amigos. Pero a quien rechaza la gracia de Dios y opta por el Mal, Dios respeta su decisión, aunque hará todas las trampas que pueda menos cargarse nuestra libertad para llevarnos al cielo.

Hace poco me contaron la frase que un médico abortista había dicho a un conocido suyo: «No tienes ni idea de lo que soy capaz de hacer por dinero». Y no nos olvidemos que el demonio existe y que tiene un gran poder de seducción, especialmente a aquéllos que rechazan e incluso llegan a odiar a Dios, sea a Él directamente, sea a esa representación suya que somos los seres humanos, porque como dice el libro de los Proverbios: «El que maltrata al pobre, injuria a su Hacedor» (14,31). No nos tomemos a broma estos textos de la Sagrada Escritura. Pero recordemos que lo específico del cristiano es la esperanza y que Dios nos ha hecho para hacernos hijos adoptivos suyos y alcanzar así la meta de nuestra fe, la salvación de nuestras almas (cf. 1 P 1,9).
                        
Pedro Trevijano