PELIGRO: Nueva Era, Gnósticos y esotéricos

Libro: Jan Van Helsing - Las Sociedades Secretas y su poder en el Siglo XX

Autores: Osho, Pablo Coelho

Documental: Peter Joseph - Zeitgeist

jueves, 7 de agosto de 2014

Obstinada intención de que la Iglesia Católica modifique su doctrina

No queremos que Él reine sobre nosotros

Aunque se trata de una denuncia con tendencia universal, es de justicia advertir que este pensamiento está potenciado sobre todo en Europa occidental y América, especialmente en las sociedades que viven el efecto atroz del materialismo y el laicismo.
11/07/14 5:05 PM

De la parábola de las «diez minas» extraemos esa frase que intitula el artículo para señalar lo que HOY está sucediendo dentro de la misma catolicidad: «No queremos que Cristo reine sobre nosotros». Y, ¿cual es uno de los signos más evidentes de este rechazo a Dios?: pues la obstinada intención de que la Iglesia Católica modifique, o abiertamente niegue, su doctrina (que es la doctrina de Cristo) para adaptarla a la subjetividad humana. Y, complementando a lo dicho, que el ser humano renuncie a la conversión personal ya que «no le haría falta» para llegar al cielo. Así, unos y otros, unidos por la mentira, expresamos que «No queremos que Cristo reine sobre nosotros».

Aunque se trata de una denuncia con tendencia universal, es de justicia advertir que este pensamiento está potenciado sobre todo en Europa occidental y América, especialmente en las sociedades que viven el efecto atroz del materialismo y el laicismo. Es sencillo de detectar pero a la vez es muy difícil de contrarrestar. Lo vemos con un ejemplo: Ante un caso de moral matrimonial, como el de un católico casado por lo civil que, por vivir en concubinato, no puede recibir la comunión, lo que inmediatamente se EXIGE a la Iglesia es que, como reflejo de la misericordia divina, no impida la recepción de la Eucaristía a esta persona creyente.

Y como nos encontramos ante el sexto mandamiento que prohíbe la fornicación y la tipifica de pecado mortal, entonces la «solución» es que la Iglesia Católica o bien cambie su doctrina, para adaptarla a los tiempos, o escudriñe la manera de saltarse esa doctrina haciendo «encajes de bolillos morales» para que sin reformar la situación de pecado a la vez se pueda acceder a la comunión. Pero, y aquí está lo más grave: DE NINGÚN MODO se plantea, ni siquiera como posibilidad, que la persona que vive en pecado grave deje de hacerlo a través de una conversión sincera que lleve aparejada la ruptura de esa unión ilícita o, si ello no es posible por causas mayores (hijos de esa unión) al menos el propósito firme de vivir como hermano y hermana. Sin embargo de eso NO hay nada: ni entra en el debate siquiera. La idea es QUE LA IGLESIA CAMBIE, y no es QUE YO CAMBIE.
Es lo mismo que decir: «No es Cristo quien reina sobre mi, sino yo sobre Cristo que se adapta a mi voluntad desde una Iglesia que se amolda a mi pecado». Esto significa el FIN de la catequesis encaminada a la conversión personal y la definitiva conversión de la Iglesia es una ONG de matiz humanista con funcionamiento democrático: sin una verdad objetiva y a la vez con «verdades» que dependan del consenso mayoritario.

¿Exagerado el argumento?.....no lo creo, pienso que es un argumento realista sobre la base de un ejemplo de moral que podría trasladarse al resto de los mandamientos de Dios y de la Iglesia. Hoy día muchos católicos llegan a creer firmemente que es la Iglesia quien ha de cambiar la doctrina, y no que sea cada uno de nosotros, los bautizados, los que hemos de cambiar nuestra conciencia y nuestro corazón. En relación a la conciencia, para dejarse formar por la Iglesia verdadera que es el «Cuerpo Místico de Cristo»; y en relación al corazón para empezar por hacer propio el mandato primero «Amarás a Dios sobre todas las cosas», lo que incluye amar a Dios por encima de la propia visión personal de la realidad que, normalmente, está viciada por los efectos del pecado original y la reiteración de los pecados personales.

Somos nosotros los que hemos de convertirnos. No pretendamos «ser como dioses» (tentación del paraíso en Génesis) y creer que desde nuestro YO podemos decidir lo bueno y lo malo. Si seguimos por este diabólico camino, dentro de poco...o quizás ya....la Iglesia habrá perdido toda tensión misionera y apostólica al apostar preferentemente por el «diálogo con las nuevas situaciones de vida (o sea de pecado) por encima de la evangelización que suscite la conversión personal para que se LUCHE contra el pecado en lugar de pretenden integrarlo como normal en la vida cristiana, y, peor aún, en la misma praxis sacramental.

P. Santiago González, sacerdote

Desmontando la ideologia de genero y su lavado de cerebro

ReL (7.7.14): En 2010, el comediante y sociólogo noruego Harald Eia dirigió una serie de documentales para la cadena NKR en torno a la influencia sobre el comportamiento humano de los factores naturales y los factores inducidos.

Los tituló "Lavado de cerebro", y los dos primeros versaron sobre la llamada «paradoja noruega», que cuestiona el postulado fundamental de los fanáticos de la perspectiva de género: que el sexo es un factor cultural, no biológico.




GACETA.ES (7/7/2014): Logró que se cerrase una agencia dedicada a cambiar la sociedad basándose en esa ideología.
Un documental desmonta la ideología de género en el país que se precia de haberla llevado hasta sus últimas consecuencias. Se trata de Noruega. Su gobierno, en una decisión contra todo pronóstico, decidió cerrar en 2011 una agencia que consideraba ya poco útil. Se trataba del Instituto Nórdico de Género (NIKK), cuya función consistía precisamente en esparcir esta visión de la naturaleza humana.
Según esta ideología, las diferencias entre los géneros no son reales; no están enraizados en la biología, sino que son una construcción artificial impuesta por “la cultura”. Remozando los valores de esa cultura dominante, por medio de la acción de un gobierno convenientemente ideologizado, podemos borrar todos los “estereotipos”, como que las mujeres tengan que ser enfermeras y los hombres ingenieros, y no al revés, o en una perfecta paridad.
El cierre del instituto, sobre el que llama la atención Nuria Chinchilla en el blog del IESE Valores y ecología humana, tuvo una causa muy precisa: la emisión de un documental que dejaba esa ideología en una pretensión voluntarista, sin conexión con la realidad.
Según explica Chinchilla, “el productor de estos documentales es Harald Eia, un presentador noruego que trabaja de forma similar a Jordi Évole en España, y que ha adquirido cierta popularidad en Noruega”.
El método y las conclusiones del documental son demoledores: En su documental, “Eia realiza algunas preguntas inocentes a los principales investigadores y científicos de la NIKK. Luego transmite las respuestas a los científicos del mundo, sobre todo Reino Unido y EE.UU., lo que provoca risas e incredulidad entre la comunidad científica internacional, porque esta ideología no viene apoyada por ninguna investigación empírica. Eia, después de filmar esas reacciones, regresa a Oslo, y se las muestra a los investigadores de NIKK que se quedan sin habla, totalmente incapaces de defender sus teorías”.
 
Harald Eia Meldal (9/2/1966) es un noruego actor y documentalista de TV. Junto con Bård Tufte Johansen , ha sido autor de, y participó en, varios exitosa Norwegian Broadcasting Corporation comedia serie de televisión , como Lille Lørdag (1995), APEN Mensaje (1998-2002), Uti vår hage (2003), Equipo Antonsen (2004), Tre Brødre ikke som Brødre er (2005), Uti vår hage 2 (2008), y Storbynatt , así como la comedia de programas de radio Herreavdelingen (1997) y Tazte priv (2004-2005). Personajes populares incluyen "Lena" (una parodia del personaje de Doden på Oslo S ) y Oslolosen . También se ha presentado la comedia stand-up y TheatreSports y había papeles secundarios en películas noruegas, incluyendo Detector (2000) y Estados (2003). 
Eia se graduó en sociología en la Universidad de Oslo en 1992, con la tesis Lidende ledere og kompetente kalkulatører. Næringslivsfolks symbolske kamper .
En 2010, se produjo un programa de televisión llamado Hjernevask ("lavado de cerebro") que contrastaba deterministas culturales modelos del comportamiento humano (también conocido como el modelo estándar de las ciencias sociales ) con perspectivas interaccionistas innato y lo adquirido. Varios de los que fueron entrevistados para el programa criticó el espectáculo público, tanto antes como después de la emisión, y esto provocó un amplio debate público sobre el tema de la "naturaleza versus la educación" . Especialmente la cuestión de género, y lo que se conoce como la paradoja de género (el hecho de que si bien las mujeres noruegas tienen un alto nivel de participación en la fuerza de trabajo, más de lo que la mayoría de los países, el mercado de trabajo noruego sigue siendo muy segregado en términos de género) ha provocado controversia.
Hjernevask fue galardonado con el Premio de Honor Ord Fritt en 2010.