Escudo del rito masónico nacional mexicano |
En 1929, el presidente masón de México, Portes Gil, dijo en un discurso
público a los masones mexicanos, inquietos por el pacto para acabar con
la guerra cristera:
“El Estado y la Masonería en los últimos años han sido una misma
cosa porque los hombres del poder han sabido siempre identificarse con
los principios revolucionarios de la Masonería”.
La Masonería es la ideología-herejía, progenitora del Relativismo, la
Ilustración antropocéntrica y las Revoluciones: norteamericana,
francesa, italiana, portuguesa, socialista, española,...y neocomunista
(ecologista, indigenista, populista, etc). Su derivada actual, el "Poder
supranacional en la sombra" pretende el gobierno mundial por
instigación del Maligno, el padre de la mentira.El "Nuevo Orden Mundial" no es posible sin la anulación previa de la Iglesia Católica; la única institución, con dos mil años, que supera los mil millones de creyentes, defensora de la vida, la ley natural, la verdad, la justicia, la libertad y la dignidad del hombre.
SUMARIO
1. Revolución Masónica
2. "CRISTIADA"
3. MÉXICO: La MASONERÍA en su Historia
México, la primera nación católica americana de habla hispana, no fué
una colonia sino un virreinato de la Corona de España con soberanía en
más de dos tercios del actual territorio de Estados Unidos (hasta el río
Misisipi en 1803).
México era la provincia más rica, vasta, próspera y culta de toda la
América hispana; la Iglesia mexicana asombraba por sus valores
espirituales gracias a la protección de la Virgen de Guadalupe, que se
apareció en el cerro de Tepeyac (1531) dejando el testimonio de su bello
rostro en el manto del indio Juan Diego. Su Santuario en Ciudad de
México es visitado anualmente por más de veinte millones de peregrinos.
Cuando Fernando VII entregó España a Napoleón, los criollos mexicanos se
rebelaron contra los españoles afrancesados al servicio del liberalismo
masónico. El apogeo político de la Masonería española durante el
trienio liberal (1920/3) favoreció la independencia de México, casi sin
traumas.
El ejécito español en Ámerica no pasaba de 25.000 soldados para la
defensa del territorio que se extendía de Alaska a la Tierra del Fuego.
Los rebeldes liberales se conjuraron en Quito (1819) contra el
absolutismo del rey "felón" bajo el liderazgo de Simón Bolívar, masón de
alto nivel al servicio del imperio británico. En 1823 el gobierno USA
impuso la doctrina Monroe a los europeos, iniciando la tutela masónica
sobre el continente americano.
En 1829, la República de México, dirigida por masones controlados por el
embajador norteamericano, decretó la expulsión de todos los españoles,
desmantelando los territorios y misiones del Norte. Desde la anexión de
Florida (1819), USA practicó la infiltración de colonos anglosajones al
sur del río Grande.
En 1835, el general Houston proclamó la independencia de Texas,
patrocinada por un cónclave de masones mexicanos y norteamericanos. El
general López de Santa Ana con 2.000 soldados eliminó la resistencia de
los invasores en El Álamo pero fue derrotado en la batalla de San
Jacinto.
En 1846, Estados Unidos ocupó Nuevo México, Arizona y California; el
vicepresidente masón de México Gómez Farias esquilmó a la Iglesia para
financiar la guerra contra Estados Unidos, que finalizó a los dos años
con la firma del humillante tratado de Guadalupe Hidalgo por el que
México perdió más de la mitad del territorio heredado de España.
El régimen liberal-masónico degeneró en la etapa de Porfirio Díaz
después del trágico intermedio imperial de Maximiliano, impuesto por
Napoleón III, jefe supremo de la Masonería europea continental.
En 1908, apareció un semanario satírico de gran influencia, muy crítico
con el régimen porfirista, dirigido por Francisco Madero, que practicaba
el espiritismo y pertenecía a la masonería dependiente de los Estados
Unidos. Madero asumió la presidencia (1911) e inició la etapa de la
Revolución mexicana que aún perdura. El 1% de la población poseía el 97%
de a Tierra (menos de 900 hacendados gratos al régimen).
El general Huerta, gobernador de la capital, pactó con los oligarcas
sublevados y derrocó a Madero que fue asesinado. La revolución alumbró
tres caudillos:
-Villa, guerrillero en el Norte.
-Carranza, apoyado por el general Obregón, dominador de la región occidental y protegido de los norteamericanos.
-Zapata, el iluminado alzado en el Sur.
En 1915, Obregón tomó la capital y acabó con la anarquía. El presidente
Carranza promulgó la Constitución Revolucionaria (1917) de ideología
masónica, ferozmente anticlerical, que prohibió la enseñanza religiosa y
nacionalizó los bienes de la Iglesia.
En 1919, Obregón asesinó a Zapata y obligó a huir a Carranza que se
llevó el Tesoro público y un harén. Murió asesinado también (1929),
había ganado las elecciones por abrumadora mayoría y protegido a todos
los enemigos de la Iglesia: liberales-radicales, marxistas,
anarcosindicalistas y comunistas, que se conjuraron bajo inspiración
masónica contra la fe multisecular del pueblo mexicano.
2. "CRISTIADA"
En 1921, un atentado de inspiración masónica hizo explotar una potente
bomba inmediatamente debajo del marco que encuadra el manto del indio
San Juan Diego en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. ¡La imagen
milagrosa permanece intacta a lo largo de los siglos!
En 1924, subió a la presidencia el general Elías Calles, demagogo
prevaricador que recrudeció hasta el paroxismo la persecución contra la
Iglesia y los católicos, a los que pretendió aniquilar con vesania
masónica; incluso intentó crear una iglesia apóstata y cismática.
Provocó la reacción en varios estados: Jalisco, Zacatecas, Guadalajara,
Michoacán. La rebelión contra la tiranía anticatólica se conoce como
“Cristiada” o Guerra Cristera (1926/9).
La "Cristiada"es un conflicto de origen masónico e importancia mundial,
además de un clarísimo precedente de la Guerra civil española (1936/9),
consecuencia de una Constitución masónica (1931), la II República y la
Revolución socialista (1934), cuando fueron asesinados 13 obispos, 7.000
consagrados y unos 50.000 laicos. Más de 1.500 mártires han sido ya
beatificados.
La intolerable persecución del gobierno de Calles y Obregón provocó la
reacción de los católicos, con dos millones de firmas contra la
violación de las leyes más elementales de la convivencia. Finalmente el
Episcopado mexicano decretó el “interdicto”, pena canónica que suspendía
el culto público en toda la nación.
Nunca se había visto una guerra popular de tal envergadura desde el
alzamiento (1793) de la Vendée contra el ejército de la Revolución
ilustrada y masónica de Francia que provocó el genocidio de 250.000
católicos.
Los rebeldes mexicanos se llamaron “cristeros” y entraban en combate al
grito de “Viva Cristo Rey”. Las jóvenes pelearon también heroicamente en
las brigadas Juana de Arco.
El gobierno mexicano respondió con decenas de sacerdotes asesinados,
profanación de iglesias, atentados y violaciones por militares. Juan
Pablo II ha beatificado (1992) a 22 sacerdotes y 3.000 seglares víctimas
del odio a la fe en la guerra cristera.
Asesinado Obregón, asumió la presidencia Portes, marioneta del general
Calles, bajo el patrocinio del embajador Monroe de los Estados Unidos.
El Partido Nacional Revolucionario monopolizador del poder durante dos
décadas cambió su nombre por el de Partido Revolucionario Institucional
(PRI) que es la ficción democrática más escandalosa del mundo, de
inspiración masónica. Y sigue en el Poder.
3. MÉXICO: La MASONERÍA en su Historia
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Extraido: http://pildorasantimasoneria.blogspot.com.es/2014/01/mexico-masoneria-revoluciones-y.html
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Extraido: http://pildorasantimasoneria.blogspot.com.es/2014/01/mexico-masoneria-revoluciones-y.html
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